Cultura

Desde una galaxia no tan lejana

  • DG publica en CD y DVD el Concierto Nocturno de Verano que la Filarmónica de Viena ofrece cada año en Schönbrunn

La Orquesta Filarmónica de Viena es uno de los conjuntos sinfónicos más célebres y prestigiosos del mundo. Fundada en 1842 por Otto Nicolai, la agrupación, que se caracterizó desde su mismo origen por prescindir de la figura del director titular, se ganó a pulso no sólo fama de un refinamiento sonoro muy especial, vinculado desde siempre a los valores, no exclusivamente musicales o artísticos, que mejor definían a la capital imperial, sino también de un conservadurismo extremo, lo cual queda confirmado si se tiene en cuenta que la entrada de la primera mujer en el conjunto (la arpista Anna Lelkes) se retrasó hasta 1997, pese a lo cual el hecho contó con la oposición de buena parte de su plantilla.

Todo ello no ha sido obstáculo para que, en el entorno de crisis general del sinfonismo que empezó a vivirse en Centroeuropa hace algunos años, el conjunto buscase, como todos sus iguales, una mayor incardinación en la sociedad, tratando de captar no sólo nuevos adeptos, sino, sobre todo, recursos. Así debe entenderse la creación en 2004 de una nueva tradición, la de un concierto nocturno y veraniego al aire libre, que tendría lugar en los jardines de Schönbrunn, con el imponenteb Palacio de fondo. Bautizada como Concierto por Europa, se trata de una actividad de carácter popular que, si en su primera edición fue comandada por el singular vocalista de jazz Bobby McFerrin, sería entregada desde el año siguiente a grandes figuras de la dirección convencional, de modo que Mehta, Domingo, Gergiev, Prêtre y Barenboim se subieron al podio entre 2005 y 2009.

En 2010, el turno correspondía a Seiji Ozawa, quien preparó una sesión con el título de Luna - Planetas - Estrellas, pero una inoportuna indisposición hizo que el 8 de junio tomara finalmente la batuta Franz Welser-Möst, quien será en septiembre de este año el sucesor del japonés en la dirección musical de la Ópera de Viena. El programa incluyó como gran novedad una serie de números de la banda sonora de John Williams para La guerra de las galaxias, junto a Marte de la suite Los planetas de Holst, una serie de valses y polkas de Lanner, Nicolai y los Strauss, y el Concierto para piano nº2 de Liszt, sin relación explícita con el tema propuesto, salvo por la presencia como solista del gran astro uzbeko-ruso-israelí Yefim Bronfman.

El acto, que fue retransmitido por televisión en directo a una cincuentena de países, contó con el importante sostén económico de los patrocinadores de la orquesta austriaca y supone tanto una inyección económica como una inversión para su imagen, que Deutsche Grammophon se encarga de difundir en formato DVD y CD. Salvando las distancias que dan la tradición, el prestigio mundial y un ordenamiento jurídico diferente, el ejemplo de apertura no parece malo para nuestras atribuladas orquestas.

Yefin Bronfman, piano. Orquesta Filarmónica de Viena. Franz Welser-Möst Deutsche Grammophon (DVD) (Universal)

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