Cultura

La gran utopía

  • Emmanuel Krivine y La Chambre Philharmonique empiezan con la 'Novena' una nueva integral sinfónica beethoveniana

La Orquesta West-Eastern Divan continúa en Sudamérica con una gira en la que ofrece la integral de las nueve sinfonías de Beethoven. Pedro Halffter propone el mismo corpus sinfónico para la próxima temporada de la ROSS, quien ya hiciera la integral hace unos años con Alain Lombard. Y si ampliáramos el marco de la foto, saliendo de Andalucía, de España y hasta de Europa, podríamos documentar muchos otros empeños similares en todo el planeta. La música de Beethoven, ajena a modas o celebraciones oportunistas, sigue presente de manera cotidiana en la vida cultural del mundo. Pocas veces puede encontrarse mejor argumento para definir lo que es un clásico.

Un clásico vivo, pues la obra del genio alemán sigue generando lecturas diferentes, interpretaciones controvertidas, debates encendidos. El acercamiento a su obra con instrumentos de época está bien consolidado, después de varias décadas de trabajo desmitificador y audaz por parte de multitud de intérpretes de diversa condición, que han conseguido ampliar las posibilidades de una música que no deja de sorprender a cada escucha. Naïve presenta ahora el primer pilar de una nueva integral sinfónica beethoveniana que Emanuel Krivine dirigirá a su conjunto de instrumentos históricos la Chambre Philharmonique.

No se ha cortado lo más mínimo el maestro de Grenoble, que ha decidido empezar por la Novena, uno de los grandes mitos de la civilización occidental, la obra que Beethoven trató de escribir como símbolo de la superación del dramático combate individual entre el hombre y su entorno (o su destino; una lucha de la que la 5ª Sinfonía parecía exaltada culminación), para alcanzar en su lugar una especie de sublimación comunitaria que sólo podía producir la unión entre la música absoluta y la poesía. La resulta así una mezcla de humanismo, misticismo y utopía revolucionaria, que culmina en el celebérrimo final con coro -devenido incluso himno político (el de la UE)-, en el que Beethoven trataba de alcanzar el ideal kantiano de liberar la moral humana de la metafísica para conformarla como base de un ideal de paz universal y de fraternidad.

Hasta la fusión de música y poesía parece insuficiente para tan altos ideales utópicos, lo que no obsta para que la Novena siga conmoviendo a millones de personas en el mundo. Puede hacerlo también en esta versión de Krivine, que además de con La Chambre Philharmonique cuenta con el Coro de Cámara Los Elementos y cuatro solistas de sobrada solvencia. Una interpretación en vivo, de trazo nervioso, articulaciones netas, acentos imperiosos, tempi muy rápidos (63'26'', incluso un minuto menos que Jos Van Immerseel, y muy lejos de, por ejemplo, los 76'31'' de la famosa grabación de Karl Böhm para DG en 1980), un notable equilibrio tímbrico y acaso algo seca para los que buscan más lirismo y un sonido más suntuoso y envolvente. Beethoven y su utopía en cualquier caso sobreviven.

Solistas. Coro Cámara Los Elementos. La Chambre Philharmonique. E. Krivine. Naïve (Diverdi)

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