Marina Heredia. Cantaora

"Ya me gustaría que me sonara la voz como a mi padre"

  • La artista presenta 'A mi tempo', un disco grabado en directo en la pasada Bienal de Sevilla Tiene un proyecto en Chicago en abril de este año

Marina Heredia viene desarrollando un encomiable trabajo. Protagonista de una carrera artística reflexiva, viajera y apasionante, esta cantaora excepcional y mujer que responde con sencillez y contundencia, presenta un nuevo espectáculo donde el guiño a Bambino, Camarón, Chocolate, La Piriñaca, Chano Lobato o Morente, entre otros, cautivó al público la pasada Bienal de Arte Flamenco de Sevilla y como fruto de tan sonado éxito, surgirá este año un disco grabado en directo aquella noche del 10 de septiembre bajo el nombre de A mi tempo.

-¿Por qué este título?

-Es un reto personal con el arte y con el flamenco, interiorizar más unos cantaores a los que hasta el momento no les había prestado la atención que merecen y también reivindicar mi velocidad de trabajo.

-¿Apostar por José Quevedo El Bola es apostar por el caballo ganador?

-Él ya es como parte de mí. Me da mucha seguridad en el escenario, y en el estudio, cuando hay que hacer algo nuevo, sus ideas siempre son eficaces y las discutimos porque somos muy cabezones los dos (risas) Tenemos criterios parecidos aunque siempre hay algún punto donde discutimos, pero claro, llevamos tantísimos años que ya me conoce muy bien.

-¿Compensa lo que arriesga una artista de su nivel con la autoproducción de un disco y toda la promoción que requiere un trabajo así?

-Se ve recompensado en el aspecto personal, porque económicamente para nada. El disco te cuesta el dinero porque hoy día no se vende para cubrir los gastos de lo que ha costado la grabación. Hasta hace unos años se compensaba con los espectáculos pero ahora se está notando mucho la crisis, y yo no me puedo quejar, pero hay compañeros que lo están pasando muy mal.

-¿Y el que no se pueda quejar es un reflejo del trabajo o pura suerte?

-Hay muchas horas de trabajo detrás. Muchas veces el trabajo interior de casa y de estudio siempre es el mismo pero hay etapas de tu carrera artística que ves más recompensadas que otras, porque hay veces que te hartas de trabajar y no puedes sacar a la calle un espectáculo. Pero es trabajo y tiene mucho que ver la predisposición que tengamos. Los flamencos estábamos mal acostumbrados a que llegaran tocando a nuestra puerta y nos dijeran, cuánto quieres cobrar, pues tantos millones… y eso ya no es así.

-¿Está bien pagado el flamenco?

-Bueno… Sigue estando bien pagado, pero no está como antes, ni todo el mundo podría decir lo mismo.

-¿Cree que saldremos de la crisis?

-Pues espero, porque como no pase… Creo que peor de lo que estamos no vamos a estar. Lo que sí es cierto es que esto nos va a ayudar a cambiar un poco el chip y las formas de trabajar. Todos los grandes artistas en algún momento han devuelto lo que han ganado a su propia carrera porque tienen que reinvertirlo todo, no sólo económicamente sino en esfuerzo.

-¿En qué se parece cantando a su padre?

-En nada, desgraciadamente, ya me gustaría que me sonara la voz como a él. La verdad es que conforme pasa el tiempo me reconozco giros y cosas que a lo mejor no lo hago conscientemente pero los hago porque los tengo metidos en el sentido.

-¿Se apuntaría a una asociación de artistas flamencos?

-Si lo viera realmente serio y con unas bases sólidas, seguramente. Además hay tantos problemas que pienso que hace falta ya.

-¿Quién pondría de presidente de esa asociación?

-Segundo Falcón podría ser un buen presidente. Es inteligente, ha estudiado, se puede relacionar con medios, con políticos, con flamencos.

-¿Se siente bien tratada por la crítica?

-Sí.

-En diciembre se fueron Carlos Cano y Enrique Morente. Un recuerdo para ambos.

-Un día compré un disco de copla de Carlos Cano y cuando me detuve a escuchar El tango de las madres locas me enganché hasta tal punto que soy totalmente fan de él, y de Enrique, qué te puedo decir… Es un maestro y ha sido como de mi familia.

-Se habló durante un tiempo de que no había buena relación entre Estrella Morente y usted.

-El otro día estuve con ella en una boda hasta las cinco de la mañana (risas). No es cierto, nunca hemos tenido mala relación, lo que pasa que ella se fue a Málaga, se casó, tiene niños, una casa, una carrera, igual que yo, y era más difícil mantener el mismo contacto de cuando pequeñas, que estábamos todo el día juntas, pero nos vemos y hablamos por teléfono a menudo.

-¿Le han criticado por no llevar apenas a gente de Granada, su tierra, en su grupo?

-La verdad es que me da igual lo que digan, llevo a quien creo que me tengo que llevar, a quien me entiende, si es de Granada como si es de la Cochinchina. He llevado a gente de Granada y cuando tengamos algo que contarnos mutuamente lo volveré a hacer.

-¿Sigue la Junta de Andalucía favoreciendo el triángulo Sevilla-Cádiz-Jerez?

-Quien parte y reparte se lleva la mejor parte. Conmigo se portan bien, pero no soy solo yo, hay mucha más gente detrás de mí que debe de estar en los sitios y no está.

-¿Es seguidora del fútbol?

-No mucho, pero en mi casa, mi hijo es un loco del fútbol, él es del Barça y Pedro (su marido) es del Madrid. Yo lo que veo es que los futbolistas están muy bien pagados y los flamencos enmallaos (risas)

-¿Cuál ha sido su última gran experiencia en el extranjero?

-En San Francisco con la orquesta de esa ciudad que suena maravillosa. Surgió a través del director Pablo Eras Casado, que es granadino, un pedazo de músico que te mueres, ya habíamos trabajado previamente y siempre cuenta conmigo cuando hace el Amor Brujo. Lo próximo que haremos será en Chicago con la sinfónica, en abril.

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