Una visita turística con información "se disfruta más". El consejero de Cultura, Paulino Plata, resumió así el leiv motiv del Centro de Interpretación del Teatro Romano, que abre sus puertas con una inversión de 2,3 millones de euros. Según recordó Plata, las obras del recinto culminaron hace un año pero no ha podido inaugurarse hasta ahora, a la espera de las correspondientes licencias municipales. "Se podía haber abierto hace muchos meses", insistió el responsable de Cultura. En este sentido, redundó en la responsabilidad municipal de este retraso. "Una parte de las obras se han financiado con fondos del gobierno central y otra con fondos de la Junta y del Ayuntamiento. Pero las dirige el Ayuntamiento", aclaró.

En su visita a Málaga, Plata adelantó la posibilidad de que el Efebo de Antequera -actualmente en el Palacio Episcopal- pueda exhibirse en este Centro de Interpretación antes de su traslado definitivo al museo antequerano. "Ese es nuestro deseo", remarcó. La apertura ayer de este recinto (de acceso gratuito) coincide con las obras de reurbanización de calle Alcazabilla. "Estamos pendiente de que se ultimen. Necesitamos urgentemente que acaben", subrayó el consejero. Su finalización permitirá completar el recorrido de la visita desde la entrada al Centro de Interpretación hasta la salida, que conecta directamente con la Alcazaba, el futuro Museo de Málaga y, muy cerca, el Museo Picasso. Asimismo, permitirá que a través de una estructura piramidal acristalada se puedan contemplar desde la misma calle " las piletas de salazón y las vías de drenaje del teatro en el siglo I", relató Manuel Corrales, director de las excavaciones.

"Nuestro propósito es que en el Teatro Romano se puedan hacer representaciones y montar un festival de teatro. Para eso es necesario su adecuación", advirtió Plata. En una estructura en la que destacan el vidrio serigrafiado y la madera, las instalaciones presentan los restos arqueológicos restaurados acompañados de un discurso que aumenta la "dimensión pedagógica" del recinto, concluyó Plata.