Cultura

El inicio de las obras de la Aduana acumula un retraso de casi un año

  • Aunque Urbanismo aprobó la licencia el mes pasado, supeditó ésta al cumplimiento de nueve requisitos que mantienen obstaculizada la intervención · La Junta estudiará posibles medidas en una próxima reunión

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El anuncio por parte de la Gerencia de Urbanismo de la concesión de la licencia de obras para la transformación del Palacio de la Aduana en el Museo de Málaga hacía prometer el pasado diciembre felices expectativas después de largos meses de retraso. Pero la situación actual es exactamente la misma, por lo que el plazo indicado en octubre de 2007 por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, quien fijó el primer trimestre de 2008 como fecha para el comienzo de las obras, suena ya a chiste con poca gracia. El retraso acumulado para el arranque de una intervención decisiva en la capital se acerca ya al año, con todos los agentes parados a la espera de una eterna resolución burocrática. En realidad, aquella licencia prometida (solicitada el 17 de diciembre de 2007) supeditaba su aprobación a determinadas condiciones que debía asumir el Ministerio y que todavía mantienen atascado el proyecto.

Urbanismo aprobó el pasado 4 de diciembre la concesión de la licencia de obras, pero con una letra pequeña que ha vuelto a servir de elemento arrojadizo entre el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y el Ministerio de Cultura. El pero observaba nueve requisitos cuya resolución resulta, según el ente municipal, indispensable para el comienzo de los trabajos. Fuentes de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía apuntaron ayer que, cuando se conocieron estas demandas en el Ministerio, "se llevaron las manos a la cabeza, porque exigían reformas mínimas, como una actuación en el entorno de la cafetería y algunas reubicaciones sin mucha importancia, innecesarias para empezar las obras". La próxima semana, de hecho, la misma Consejería de Cultura estudiará la situación y posibles medidas (aunque la reforma depende exclusivamente del Ministerio) en una reunión en Sevilla en la que participarán la consejera, Rosa Torres, y el nuevo delegado en Málaga, Manuel Jesús Martín. Previsiblemente, la Consejería solicitará al Ayuntamiento que conceda la licencia sin más condiciones, aunque desde la Gerencia de Urbanismo se insiste en que dada la categoría histórica y la protección que competen al Palacio de la Aduana estos trámites son imprescindibles.

Mientras tanto, el cartel que anuncia las obras en los aledaños del edificio desde el pasado 10 de junio a cargo de Sacyr sigue en su puesto, sin que se haya producido cambio alguno al respecto. El día antes, el Ministerio de Cultura anunció la adjudicación a Sacyr (que recibirá este mes 128 millones de euros por el dividendo de Repsol YPF, todo un balón de oxígeno frente a la crisis) por un importe de 23'6 millones de euros y un plazo de ejecución de 36 meses, con el fin de convertir los 12.000 metros cuadrados del Palacio de la Aduana en los más de 13.300 que albergarán las colecciones del Museo de Bellas Artes y el Arqueológico, además de salas de reserva e investigación, un auditorio, una biblioteca, cafetería, tienda y aulas didácticas. Con este plazo, para que el Museo de Málaga sea una (más que improbable) realidad en 2012, tal y como se prometió, las obras tendrían que empezar inmediatamente.

Por su parte, las más de 2.000 piezas que componen la colección del Museo de Bellas Artes siguen esperando en el Palacio Episcopal desde el pasado mes de noviembre el traslado a las naves del Parque Tecnológico de Andalucía en las que aguardarán el fin de las obras. Aunque se esperaba que este traslado se realizara antes del fin del año pasado, todavía no hay una fecha prevista. Las mismas fuentes de la Consejería apuntaron que las naves "se siguen acondicionando" para albergar las obras, con la consecuente inutilización como espacio expositivo del Episcopal.

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