Cultura

La intervención en el Cerro del Villar se reactivará la próxima semana

  • La directora del yacimiento, María Eugenia Aubet, se ha recuperado de una intervención quirúrgica y llegará a Málaga el miércoles · Las excavaciones, retrasadas desde octubre, se desarrollarán durante mes y medio

A veces, por más empeño que se ponga, el destino hace de las suyas y hay que bajarse del carro. El pasado 14 de septiembre, la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres, anunció que el siguiente 14 de octubre se reiniciarían las excavaciones en el yacimiento fenicio del Cerro del Villar, en la desembocadura del Guadalhorce, cuatro años después de la última actuación en la zona. Sin embargo, poco después, la directora del proyecto y catedrática de la Universidad Pompeu Fabra, María Eugenia Aubet, tuvo que ser intervenida quirúrgicamente después de sufrir una grave insuficiencia cardiaca. Posteriormente le fue implantado un by-pass, y, aunque la arqueóloga manifestó en todo momento su intención de retomar la intervención cuanto antes, la evidencia anunciaba que su delicada recuperación se tomaría más tiempo del deseado. Ayer, el delegado provincial de la Consejería, Francisco López, confirmó, después de hablar con la propia Aubet, que la catedrática se encuentra "satisfactoriamente recuperada" y que se trasladará a Málaga el miércoles "para planificar el desarrollo de las excavaciones y comenzar a trabajar cuanto antes".

En principio, y atendiendo a los plazos indicados en septiembre, el trabajo de campo coordinado por Aubet y el arqueólogo malagueño Eduardo García Alfonso se prolongará durante un mes y medio para obtener más información de la que pudo ser la ciudad de Mainake, fundada por una colonia fenicia en el siglo VIII a. C. sobre un delta en la desembocadura del río y desaparecida 300 años después. Precisamente, el objetivo de la campaña que arrancará próximamente es dilucidar los motivos que llevaron a la extinción de la villa. A priori, parece que la intensa deforestación a la que fue sometida la zona provocó la crecida del Guadalhorce y el hundimiento del delta; mediante la nueva investigación se pretende explicar cómo el florecimiento económico de la ciudad causó la degradación ambiental.

Las últimas excavaciones se realizaron en la zona en 2003. Las siguientes estaban previstas para dos años después, pero los arqueólogos decidieron retrasar la intervención para continuar con el estudio en laboratorio de los restos hallados. A ello se unió el trabajo de Aubet en yacimientos de Alemania y el Líbano, que retrasaron su disponibilidad para incorporarse a su equipo malagueño. Una vez superados los problemas, parece que, al fin, el Cerro del Villar tendrá menos misterios en 2008.

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