En otras circunstancias el robo en la vivienda de Enrique Morente hubiera sido un hecho mucho más noticiable pero teniendo en cuenta la desaparición del cantaor, el suceso ha quedado en segundo plano incluso para la familia, que aún no lo ha denunciado. Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo al lunes. Una llamada realizada desde una cabina telefónica alertaba en la sala del 091 del posible robo en la casa del artista, en el Carril de San Miguel del barrio del Albaicín. Aunque el robo lo está investigando la Policía Nacional, los primeros en llegar a la vivienda fueron los agentes de una patrulla de la Policía Local.

Según el portavoz de este cuerpo de seguridad, Juan Manuel Fernández, los agentes se percataron de que los delincuentes se habían marchado hacía escasos minutos y que habían forzado varias puertas. "El salón y los dormitorios estaban desvalijados y muy alborotados", detalla Fernández. Entre el caos, los policías hallaron una manopla, un gorro y un destornillador, que los ladrones dejaron en la vivienda y que están sirviendo para investigar el caso.

La Policía Nacional está intentando encontrar más huellas de los implicados, que podrían ser dos "conocidos delincuentes del barrio", según fuentes del cuerpo, que no conocen con detalle el alcance del robo, ya que toda la familia se encontraba en Madrid cuando se produjeron los hechos y no ha podido concretar qué pertenencias se han llevado.

Sí se ha confirmado el robo de algunas televisiones y reproductores de DVD, además de un coche del cantaor, marca Toyota, que ha sido ya localizado y recuperado en la calle José María Bouguella de Toro de Granada.