Valoración del nuevo programa El Museo Picasso amplía su mirada

Más y con mayor diversidad

  • Las nuevas exposiciones concentran las tres líneas a las que se entregó en anteriores etapas: Picasso, autores de las vanguardias y un aspecto transversal determinado

Tras llegar a la dirección artística del Museo Picasso, José Lebrero señaló su intención de ampliar el número de exposiciones temporales. Esta cuestión -considero- era urgente, sin descuidar la calidad y coherencia de las propuestas, debido a la necesaria exigencia de que los museos generen continuamente conocimiento y difundan contenidos convirtiéndolos en organismos dinámicos.

Esta urgencia nacía de una programación que en algunos momentos pudo considerarse deficitaria cuantitativamente. Además, durante algunas temporadas, la fórmula de La colección en contextoy las fotografías de Roberto Otero se sobredimensionaban en su naturaleza de relatos dilucidadores en torno a los propios fondos, indudablemente necesarias pero que venían incluso a capitalizar la programación en lugar de jugar un rol de complemento a la colección y a las temporales ajenas a ésta.

La programación presentada, con tres exposiciones a inaugurar en 2010 y una cuarta en estudio, es un punto de inflexión. Concentra las tres líneas a las que se entregó en temporadas anteriores: al propio Picasso, autores de las vanguardias (como se hizo con Ernst y actualmente con Taeuber-Arp) y otras exposiciones de carácter transversal que indaguen sobre un particular en concreto (vía inaugurada en 2008 con De lo humano. Fotografía internacional 1900-1950). Con Kupka, además de evidenciar la estrategia de alianzas con instituciones para la coproducción de exposiciones y la llegada de otras, se vuelve a ofrecer un episodio singular y silenciado de las vanguardias que entronca con Taeuber-Arp, con quien compartió experiencias en relación a la abstracción, su contenido espiritual y las analogías entre plástica, música y movimiento. Supone, asimismo, insistir en el debate sobre si el cubismo y sus variaciones (orfismo en este caso) son el origen de la abstracción.

Con la muestra de producción propia Picasso. Caballos se recorrerá la obra picassiana a través del iconotipo caballo. Esperamos que, más allá de vislumbrar lo recurrente de su presencia y el repaso estilístico, arroje luz sobre las variaciones interpretativas en torno a él, las metáforas y los desplazamientos sexuales que se originan en la relación toro-caballo, con referencias biográficas y trasvases de la obra de Bataille y Leiris.

Los juguetes de las vanguardias, también de producción propia, supone un acercamiento a un ámbito tan rico en implicaciones y relaciones como falto de consideración crítica. Si los comisarios consiguen evidenciar cómo lo lúdico, el azar, el circo, la consideración positiva de la infancia y su falta de contaminación intelectual, la revaloración de lo artesanal y el interés por los títeres y sus ejemplos vernaculares, se constituyeron en mundos privilegiados para las vanguardias se erigirá en hito. Esto, como decía Huizinga, es tan serio como el juego.

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