Cultura

"Un gran músico puede echarse a perder por la incontinencia"

  • El ex líder de Los Enemigos, figura clave del rock español de las dos últimas décadas, regresa a la carretera para presentar su tercer disco en solitario, 'Loco encontrao'

Con sus Menudencias casi al completo -"sólo faltará el pianista, que no lo encontramos, pero nos las apañamos igual sin él, tampoco es la primera vez que nos desaparece", comenta-, Josele Santiago regresa a la carretera con nueva gira para presentar en directo Loco encontrao (Volcán, 2008), su tercer disco en solitario. Historias de perros, anécdotas de barra de bar y recuerdos con sonrisas de algunos que ya no están son las claves del último trabajo de un músico de fondo que sólo cree en "hacer canciones".

-Con lo que ha tardado en tener una banda fija de músicos va y les pone de nombre Menudencias. ¿No se le rebelan?

-Que va... Ellos lo entienden perfectamente. Además, el nombre viene más de menú, porque vamos de menú del día. También es que como banda ellos van y vienen, así que tampoco se paran mucho a pensar en el nombre.

-Pablo Novoa le está resultando ser su pareja más duradera...

-Lo de duradera será, en todo caso, por lo casta. Siempre estamos en contacto, colabora en los discos y todos los años nos damos dos o tres meses para nuestra girilla de turno así que, de una manera u otra, sí que va a ser duradera...

-¿En qué momento como músico le llega este Loco encontrao?

-Ahora me encuentro más afianzado y con más confianza en solitario, porque uno tarda en cambiar de dinámica cuando está acostumbrado a ir con banda, aunque ya creo que está totalmente asumida y hasta controlada. Quizá éste sea el disco del asentamiento, como se suele decir, aunque creo que todos son importantes por igual. Yo sólo creo en hacer canciones.

-¿Pesa más que ahora sea sólo su nombre el que sale en los carteles?

-Tengo la ventaja de que en Los Enemigos era el del medio y componía las canciones, así que estoy acostumbrado. Lo que cambia es la dinámica logística, de que los músicos van y vienen. En una banda no tienes ese problema, tienes el contrario, que no se van, entonces casi que prefiero éste... Ahora me dicen que me meta en una banda y ni se me ocurre. Yo me quedo así, que estoy muy a gusto.

-¿Y que le gusta más del Josele de hoy que no tenía el que empezó en la música?

-Sin duda alguna los espacios, los silencios. En las canciones que hago ahora son respetados y en la banda no había manera. Es difícil domarlos, y la contención de los músicos es muy importante, un gran músico puede echarse a perder por incontinencia pura y dura. Son las canciones las que mandan y tiene que haber silencios, poder seguir la letra y la melodía, y no sólo estar pendiente de un instrumento, que es el que tiene que estar en función de la música.

-De ahí lo de encontrao...

-Seguramente... Yo no suelo analizar mucho lo que me viene, es una cuestión más intuitiva, pero Loco encontrao me parecía un título perfecto para este momento.

-Tal y como está la música para las bandas más jóvenes, ¿cree que Los Enemigos habrían podido salir adelante si empezasen a tocar ahora?

-No sé... Si tuviéramos local de ensayo, que ya sería la ostia, imagino que estaríamos tocando de vez en cuando por ahí. La gente nueva que sale ahora, aparte de muy escasa, responde a un perfil muy concreto. No sé en qué va a terminar la cosa, pero a nosotros no nos habrían hecho ni caso, eso seguro. Hoy una apuesta medianamente arriesgada no se hace por parte de ninguna discográfica, y eso que generalmente la historia de la música se ha hecho con apuestas arriesgadas; las seguras no han sabido llegar a nada más que a pelotazos de un año y para de contar. Creo que desaparecerán los locales de ensayo y quedarán dos o tres estudios de grabación de las sociedades de autores y que acabarán siendo museos. Y ya luego se preguntarán qué ha pasado con la música, que ha desaparecido...

-¿Y si llevaran gafas de pasta y se dejaran largo el flequillo habría más suerte?

-La imagen es muy importante ahora, aunque también lo era cuando empezamos, pero siempre es una cuestión de apostar. Por nosotros hicieron una apuesta ni demasiado dura ni demasiado fuerte, fue casi por amor al arte y... ¡joder, aguantamos veinte años! Las apuestas seguras que se hicieron en aquellos años no duraron ni la mitad. La seguridad no lleva a ningún lado y si empezamos por no arriesgar, pues malo.

-¿Le miman más ahora en una compañía pequeña como El Volcán que en las multinacionales?

-Ahí estamos, poco a poco... La verdad es que yo tampoco he tenido que sufrir mucho a las multis, nunca me han presionado porque sabían perfectamente a lo que iban. Cuando entré en Virgin ya tenía una carrera a mis espaldas y sabían lo que había y quién era, así que nunca me he tenido que enfrentar a ellos, ni siquiera me hacían sugerencias. Así que sigo como estaba, con menos presupuesto para grabar, eso sí, pero es lo bueno de que los músicos de tu banda sean tus amigos.

-Ahora que hasta Sabina se mete a incluir un dúo con Pereza en su nuevo disco, ¿se ve haciendo algo así con otras bandas?

-A mí me parece muy bien que haya interacción entre la gente; suelen salir cosas... bueno, no suelen, pueden salir cosas interesantes, y en todo caso es muy divertido.

-¿Tiene guardada alguna historia que se le haya quedado larga para una canción y que pueda convertirse en un libro en el futuro?

-Ya he empezado algunos, pero luego no los acabo. A mí lo que se me da bien es hacer canciones. Las canciones son muy cortitas y todo lo que quieras, pero llevan mucho tiempo las jodidas, así que un libro son palabras mayores. Y si me pongo a escribir un libro no me va a quedar tiempo para leer, y yo sin leer estoy perdido.

-¿Dónde hay más historias? ¿En los libros o en los bares?

-Yo creo que más en los libros, soy muy de prosa, pero no descarto nada de lo que escucho.

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