La cantante gallega regresará el próximo 27 de junio a Málaga, una de las plazas que más la adoran, con un concierto en el que presentará su nuevo disco, Vida tóxica (EMI). Después de un año alejada de los escenarios para superar un cáncer, la artista regresa con la misma fuerza y sencillez, que transmite en todos y cada uno de sus nuevos once temas. En su actual gira, una de las más esperadas de la presente temporada, la artífice de éxitos como No me importa nada está acompañada por una banda, formada por Juan Cerro, Jorge Ojea, Tino di Geraldo, Peter Oteo y Josué Santos.

-Éste ha sido un periodo de reflexión. Las letras del disco hablan de felicidad, alegría y superación. ¿Qué carencias de valores tiene la sociedad actual?

-Son objetivos que la gente tiene pero que creo que el modo de llegar hasta ellos es un poco equivocado. Cuando pongo el título Vida tóxica no sólo es porque haya estado en un periodo de mi vida de tratamiento en el que la química y la toxicidad han sido fuertes y han servido para curar una enfermedad, sino que la gente se abstrae de las cosas importantes y le da mucha importancia a las menores. No somos capaces de percibir que hay toxicidad en los alimentos, y sin embargo sólo pensamos en conseguir el coche más grande. Con lo cual la felicidad es como inalcanzable cuando lo fácil sería disfrutar de las pequeñas cosas, el olor de una flor o el pasear por un lugar de naturaleza. Son cosas que yo he ido aprendiendo con el paso del tiempo. Pero luego hay otras reflexiones en el disco. Hay una preocupación por armonizar las cosas para que la balanza no se incline por lo doloroso y lo triste, y en cambio esté equilibrada con lo atractivo y con lo armónico.

-En la actualidad, ¿qué es la felicidad para Luz Casal?

-Pues además de las pequeñas cosas, el volver. La normalidad que siento al volver sobre los escenarios me ha producido desde el primer día, que fue el 12 de enero, hasta ahora que llevamos 13 conciertos, una cierta felicidad. Volver a lo que dejé apartado durante un año.

-¿Cómo está recibiendo el público su nuevo trabajo?

-De manera muy interesante. Me produce muchísimo gusto. El que tiene el disco tiene un conocimiento mayor que el que sólo escucha el single porque uno puede hacerse una idea equivocada. Claro que el que conoce los diez discos anteriores sabe que no necesariamente la primera canción que se escucha te da una idea plena de cómo va a ser el disco porque yo soy una persona inquieta que hace canciones bastante diferentes.

-¿Qué diferencias hay entre su primer single, Sé feliz, y el que acaba de lanzar, Soy?

-Sé feliz ha sido una canción elegida buscando que a través de esa letra y de esa manera de cantar la gente supiera que estoy bien, que ante las dificultades hay que buscar como sea una cierta felicidad. En cambio, Soy está en primera persona y es un poco el despertar, el ir viviendo ese día y darte cuenta que al final, como siempre, lo que te hace sonreír es la presencia de alguien que te hace la vida más agradable.

-¿Está notando más cariño con su reencuentro ante el público?

-Estoy notando el cariño demostrado ante una persona a la que vuelves a encontrar. Es como el aplauso del reencuentro y también de alguna manera el cariño expresado de mucha gente que durante 2007 ha tenido una cierta preocupación por mi estado, entonces es más emotivo que otras giras, pero yo lo disfruto muchísimo, como cualquiera puede imaginar.

-¿Qué ha supuesto durante esta ausencia el apoyo de sus seguidores?

-Ha sido muy importante. Ha habido momentos en los que el mensaje de alguien que vivía una situación semejante me producía compañía, se producía una complicidad enorme que te hacía sentir que pertenecías a un club del que me siento orgullosa de pertenecer porque hay gente que cuando pasas experiencias fuertes en la vida, si sales de ellas, sales más fortalecida.