Cultura

"Ya no queda nada de la chica de 18 años con el pelo bicolor"

  • La artista presenta el próximo día 16 'Madame Noir' en la Luna Mora de Guaro

Está en una nueva etapa en su vida, musicalmente mucho más pausada y reflexiva, al margen de las exigencias de las discográficas. El público de Málaga la quiere y ella lo sabe. Mónica Naranjo está inmersa en la gira de su nuevo espectáculo, Madame Noir, en el que da un salto a la interpretación y se mete en la piel de una diva de los cincuenta. Tras haber pasado por el festival Terral este mismo verano, se sube el próximo día 16 de septiembre al escenario de la Luna Mora de Guaro.

-Usted ha definido su nuevo espectáculo, Madame Noir, como un "concierto más desnudo" ¿Cómo surge Madame Noir?

-Madame Noir surge de una cena con mi equipo una noche. Es ante todo un concierto, pero, a la vez está basado en una comedia. Se trata de un espectáculo para vivir y disfrutar durante dos horas cómo transcurre la vida detrás de un backstage de los años 50. Todo ello sacado con un personaje un poco insufrible. Y el resto de los actores, muy entrañables, sufren las consecuencias de vivir con esta diva.

-En su espectáculo muestra una faceta interpretativa hasta el momento desconocida ¿Cómo ha sido la preparación del personaje?

-Ha sido una tarea ardua, partiendo de la base de que yo no soy actriz. Pese a ello, yo preparación para hacer esto tenía, ya que cursé hace mucho interpretación. Para mí el reto era actuar, aprender los textos y meterme en un mundo aparte, atractivo, pero que no es el mío. Gracias a la directora, Vanessa, todo ha ido bien. Un día la llamé y le dije que si en una semana esto no salía adelante abandonaría. Pese a ello, y gracias a su gran paciencia, conseguí hablar al personaje y conectar con él. Lo primero que me dijo la coach es que intentara comprender a Madame Noir y no juzgarla.

-¿Y cómo ha sido la respuesta del público? Porque en su pasada actuación en el Terral colgó usted el cartel de "no hay billetes".

-Málaga a mí me quiere mucho. Es una historia de amor desde hace muchos años. Tengo mucha familia en Málaga. Mi padre es malagueño, pero ha vivido también mucho en Granada. Málaga es entrañable, he pasado muchos veranos aquí.

-Actúa usted en el festival de la Luna Mora de Guaro, ¿lo conocía?

-Lo conocía pero no he estado nunca. Tenía muchas ganas de poder colaborar y me apetecía un montón. Han pasado grandes artistas por ahí, es todo un placer participar.

-En sus últimos trabajos hemos visto un paso hacia la innovación. Europa fue un single muy diferente con respecto a sus trabajos anteriores, en Adagio actuó con una orquesta sinfónica y ahora presenta Madame Noir. ¿Siente Mónica Naranjo la necesidad constante de superarse?

-No puedo hacer siempre el mismo trabajo, la misma música. Se trata de una cuestión evolutiva. Mi profesión me permite el gran lujo de crear ilusiones y por eso no puedo hacer siempre lo mismo.

-Usted solía cantar aquello de "aprender algo en la vida, entender el amor". ¿Siempre queda algo por aprender?

-En la vida siempre se aprende, especialmente si se quiere y se pone de tu parte.

-¿Qué queda de aquella chica que un día llevaba el pelo bicolor y se marchó a México?

-No queda nada. Es otra etapa distinta. En aquel momento tenía la inocencia de cuando tienes 18 años, y hoy ya no. Queda el aprender, el moverte. Ni siquiera la ilusión y tampoco las ganas de superarse. Soy consciente de mis límites e intento vivir el presente, quizás resulte frío, pero la vida me ha enseñado a apurar el hoy por hoy y no a centrarme en el futuro ni el pasado. Eso es una pérdida de tiempo. Pero siempre queda el aprender.

-Sé que ha grabado con el dj Brian Cross y que está preparando una ópera rock ¿Qué puede contarme al respecto?

-Con Brian Cross hemos grabado dos temas para su disco que saldrá este mes. El primer single será Dream a life, y con ello he regresado a las pistas, que las tenía un poco olvidadas. Hace algunos días lo presentamos en Ibiza y la acogida fue espectacular. Brian es un tío muy despierto, tiene un gran humor y cuando pasas tanto tiempo en un estudio, eso se agradece mucho. En cuanto a la ópera rock, he terminado ya la preproducción. No sé si la estrenaré el año que viene. Quiero que cuando el disco salga, pueda decir "qué maravilla". Voy a mi ritmo y sin prisas.

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