Cultura

'Tres razones' ofrece un relato humano de la convivencia en prisión

  • El malagueño Enrique García dirige a actores profesionales y a unos cuarenta presos y funcionarios del Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre, protagonistas de esta cinta de ficción.

Poco más de veinte minutos han bastado para contar en imágenes un relato humano de la convivencia en prisión. El resultado se llama ‘Tres razones’ y viene de la mano de un malagueño, Enrique García, productor y guionista del cortometraje que se presenta esta noche en los cines Yelmo de Plaza Mayor. Actores profesionales y unos cuarenta presos y funcionarios del Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre (Málaga) protagonizan esta cinta de ficción (patrocinada por la Diputación de Málaga), que trata de dar a conocer otra visión de la prisión y romper con los estereotipos.

Enrique García, ha relatado que la historia gira en torno a un joven de clase media que está condenado a un año y medio de prisión, con el fin de mostrar con naturalidad cómo se vive realmente dentro de una cárcel, "sin un 'malamadre' gritando por ahí", ha bromeado. El proyecto surge como resultado de un taller de cine, a iniciativa del Instituto Andaluz de la Juventud, en el que los alumnos han aprendido el proceso de producción y realización de un cortometraje.

García ha explicado la sorpresa que supuso ver que, cuando los actores de reparto entraron en la cárcel para grabar, dejaron de ser profesionales y se propusieron "no disfrazarse de reclusos, sino ser uno más de ellos y actuar como tal", por lo que algunos funcionarios "incluso llegaron a confundirlos con los propios internos". "Dicen que una sociedad se mide por cómo es su prisión, que no busca hundir a las personas, sino que reflexionen y sean capaces de reinsertarse", ha apuntado el director de "Tres razones", quien se muestra satisfecho por haber conseguido "robar la vida de los reclusos en media hora y dar a conocer las vivencias entre ellos".

Virginia de Morata, una de actrices que interpreta a la reclusa Sara en el cortometraje, ha contado que lo más difícil para ella fue entrar en un recinto priviada de libertad y ha expresado que su misión en todo momento fue observar el día a día de los reclusos "para ser uno más". "Nos han abierto los brazos, el alma y el corazón, lo que me ha facilitado muchísimo el trabajo, y además me han devuelto la ilusión en mi profesión como actriz", ha expresado emocionada.

Chico García, otro de los actores principales, ha subrayado el sentimiento de "miedo" con el que entraron, "que se fue manifestando primero en una sonrisa, después en un chiste y, posteriormente, en una broma, y ha añadido que fueron "los propios reclusos los que les hacían olvidarse de que estaban trabajando".

"Nos han admirado mucho las ganas de vivir y de salir adelante que, con un gran abrazo de despedida, han demostrado los presos de la cárcel de Alhaurín", ha resaltado García. La idea de su director es convertir esta pequeña historia en un largometraje de 90 minutos

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