Hace seis años los Reyes Magos le regalaron un maletín de pinturas que ha acabado convirtiéndose en su talismán. Alejandro Martín Romero tiene hoy 18 años y un futuro, cuanto menos, esperanzador en las artes plásticas. Hoy clausura su primera exposición individual que ha prorrogado los días de visita por el éxito de acogida.

Así el espacio de interiorismo y coleccionismo EOS (en la calle Sebastián Souvirón, 22, tras el Mercado de Atarazanas) inauguró el pasado 11 de septiembre Almaro, con 20 cuadros al óleo y 12 dibujos (de tinta china, grafito y carboncillo) que revelan la querencia de este precoz artista por los bodegones, el realismo "y el hiperrealismo", confiesa Romero. La sala le designa de este modo a Alejandro Martín, "el pintor del mes".

Entre sus cuadros destaca una personal Monalisa "mi musa permanente", admite su autor, desnudos femeninos y muchas pinceladas que remiten a uno de sus máximos referentes, Velázquez. A día de ayer, cuatro de sus obras ya se habían vendido por entre 300 y 500 euros, una de ellas Abisinia, retrato de una niña africana inspirado en una fotografía, como muchos de los cuadros que se observan en la muestra.

Tras recibir clases de Toñi Martín (especialista en pintar jazmines) y el hiperrealista Manuel Higueras, el joven malagueño quiere ahora encontrar su verdadero camino", apunta en referencia a la intención de seguir formándose y practicando hasta encontrar un estilo propio. Por lo pronto, continúa sus estudios de Bachillerato (en la especialidad de Arte) en el IES Santa Rosa de Lima, con idea de estudiar luego la carrera de Bellas Artes.