Carlos Urroz. Director de Arco

"La rebaja del IVA es una excelente señal que lleva optimismo al mercado"

  • El responsable de la feria, que se celebra en Madrid del 19 al 23, está decidido a alentar el coleccionismo con una oferta artística plural beneficiada por la bajada de los tipos

-¿Por qué hay que coleccionar arte contemporáneo en España en este momento?

-Porque coleccionando arte contemporáneo apoyas el arte de tu tiempo y a los artistas y galerías de tu ciudad. Y porque al comprar una obra te quedarás con un pedazo tanto de la historia de ese artista como de tu historia personal. Por todo eso.

-¿Es robusto el mercado del arte contemporáneo en este país?

-Hay un mercado importantísimo. Y es la mejor compra hoy en día, porque es el arte de tu tiempo, porque lo vas a entender mejor, porque es menos probable que sea falso y porque económicamente tiene más posibilidades el arte contemporáneo que, por ejemplo, el del siglo XIX.

-¿Cómo trabaja ARCO para alentar las adquisiciones?

-Generando un coleccionismo nuevo desde España, mediante una cita que resulta esencial en el calendario internacional para los artistas, las galerías y los coleccionistas. Lo más importante es generar negocio para los galeristas, porque van a ARCO a vender y hacemos lo posible por que sea así, atrayendo coleccionistas de dentro y de fuera, de muchísimos posibles, de medianos y de pocos posibles. Buscamos gente con ganas de comprar.

-En esta edición 2014 de la feria sólo participan dos galerías andaluzas, Alarcón Criado y Rafael Ortiz (ambas sevillanas). Varias salas de Málaga y Granada tuvieron una presencia importante años atrás, ¿no se puede facilitar de algún modo su regreso?

-ARCO es una feria importante e internacional y para participar en ella las galerías tienen que tener su programación, su potencial económico, disponer de buenas piezas... Queremos que vengan galerías de Málaga, Granada y demás provincias andaluzas siempre que sus propuestas sean buenas y de calidad. Pero muchas galerías no han solicitado venir a ARCO porque no se sienten en este momento económicamente seguras: hay que tener un buen stand, buenas piezas, buenos artistas y pagarlos sin ayudas públicas.

-¿Cómo ha afectado a la cita de Ifema la caída de ayudas públicas para las galerías, los artistas y la dotación de fondos para las colecciones institucionales?

-Muchísimo. Por supuesto. Sin una ayuda pública como las que antes aportaban las administraciones es muy difícil para una galería pequeña participar en una feria internacional como es ARCO o como lo son Colonia, FIAC en París... La caída de esas ayudas se ha notado con lo cual las galerías que están participando tienen el doble de mérito. Se ha notado además la falta de compras institucionales en la feria, tanto por parte de Andalucía como de otras comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos... Evidentemente están lejos aquellos años en que había hasta 30 comisiones. Entiendes que la situación está como está y las decisiones que la crisis obliga a tomar. Pero como nos hemos visto tan afectados por esa coyuntura ha habido que buscar otras vías de negocio, sobre todo trayendo gente de fuera: artistas, galerías, coleccionistas...

-La rebaja del IVA al 10% que ha aprobado el Gobierno para el mercado del arte, ¿debe ser un primer paso para modificar los tipos del resto de actividades culturales?

-La rebaja del IVA es una excelente noticia. Cuando estuvimos reunidos con Hacienda nos dijeron que bajarían los impuestos cuando se estuviera recuperando la economía, con lo cual es una excelente señal que lleva optimismo al mercado y a los compradores. Las galerías que apliquen el IVA reducido están en mejores condiciones que el año pasado año. Por supuesto queremos que el IVA del 10% sea más extensivo aplicándose a todas las fases del mercado y sectores culturales. Hay que recordar que los libros tienen actualmente un IVA del 7%.

-¿Resulta más ventajoso para los coleccionistas comprar arte español a una galería extranjera en este momento?

-No. Eso que sobre el papel puede pasar, que es el hecho de que una galería por ser, por ejemplo, alemana, tenga un IVA menor, no impide que luego el coleccionista que ha comprado allí tenga que tener en cuenta las aduanas, el transporte de la obra... Es así que muchos coleccionistas se dan cuenta en ese proceso de la importancia de apoyar a las galerías locales, de su ciudad, que te van a traer la pieza y te la van a colgar en tu casa, te van a mimar, que continuarán el resto del año ofreciendo un trato cordial y diario a sus clientes. Esa labor de las galerías locales, aparte de generar coleccionismo, es realmente importante.

-La futura ley de mecenazgo incluye la concesión de un premio anual para fortalecer y reconocer el coleccionismo privado. ¿Qué le parece esa medida?

-Es fundamental que se reconozca el mérito de las personas que coleccionan y hacen verdaderos esfuerzos para contribuir al patrimonio colectivo. Hay coleccionistas que crean sus propias fundaciones para promover el arte, como sucede aquí con la Fundación Madariaga. Várez Fisa, en cambio, ha donado un conjunto excepcional de piezas medievales y renacentistas al Prado, que las ha reunido en una sala que lleva su nombre. Es vital que la ley de mecenazgo o los cambios jurídicos hagan que estas personas vean que les merece la pena ser mecenas, como sucede en los Estados Unidos.

-En un panorama tan complejo como el actual, donde conviven tantas disciplinas y generaciones artísticas, ¿qué pista daría a un potencial coleccionista?

-Creo que la escultura vive un momento muy interesante con firmas consagradas que tienen lenguajes muy nuevos y artistas jóvenes en el borde de la escultura, la instalación, el assemblage...

-¿Qué falla en la promoción exterior del artista español?

-Muchas veces nos falla la actitud, la capacidad de aguantar en el extranjero. Nos falla también la educación, el estudiar fuera desde jóvenes y tener profesores extranjeros de visita en las facultades de Bellas Artes. Nos falla por supuesto que tampoco hay ayudas públicas en este momento, aunque las pocas que hay están orientadas más a las residencias que a los premios. Nos falla todo eso pero el genio está y es muy grande.

-¿Qué papel cumplen ahora las ferias en la vida de una galería?

-Una galería pequeña no se plantea existir actualmente si no hace al menos tres ferias: una en su país, otra en Europa y otra en América Latina. Cuando trabajaba en la galería Helga de Alvear íbamos a cuatro ferias anuales y eso era una proeza, nos tachaban de locos. Ahora cualquier galería pequeña va a varias: Rafael Ortiz, por ejemplo, acude a México y Alarcón Criado a Miami. Ha cambiado mucho el modelo de negocio.

-Y asistimos también un cambio de etapa, con galeristas históricas, como Soledad Lorenzo, que han dicho adiós.

-Efectivamente. Ha habido un recambio generacional, con galerías que por edad han dejado de existir o han cedido el testigo a otras más jóvenes y pequeñas.

-¿Son los coleccionistas privados la gran fortaleza de ARCO?

-El Reina Sofía, por ejemplo, hace una labor muy interesante en este sentido y compra obra de artistas jóvenes, consagrados, españoles, internacionales... Siempre adquiere alguna pieza en ARCO. Otras instituciones, que no tienen presupuesto ni para programar, difícilmente van a comprar, pero las que pueden siguen haciéndolo. Lo bueno de ARCO es que, por la concentración que provoca, favorece esas compras. Ahora todo está paralizado pero las instituciones reactivarán las adquisiciones, de otra manera y con otros criterios. Es importante que construyamos el patrimonio del mañana comprando el arte que se hace hoy.

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