Festival Terral. Teatro Cervantes. Fecha: 5 de julio. Músicos: Ara Malikian (violín), Juan Francisco Padilla (guitarra y laúd barroco) y Rubén Rubio (guitarra y viola de gamba) . Aforo: Cerca de mil personas (lleno).

Tal y como advirtió Ara Malikian apenas empezado el concierto, el título From Bach to Radiohead para la propuesta presentada ayer en el Cervantes resulta un tanto engañoso. En el programa están, ciertamente, Bach y Radiohead entre otros muchos fenómenos musicales, pero la cosa va de tres intérpretes feroces que tocan lo que les gusta, sin atender a etiquetas. La filosofía es similar a la que recoge Alex Ross en su libro Escucha esto: no hay una música culta porque no puede haber una música inculta. La música es experiencia, memoria y pasión, independientemente de cuándo y dónde esté hecha. Pero lo cierto es que, como también apuntó Malikian, todavía persisten ciertos círculos en los que puede estar mal visto reunir ingredientes distintos en una misma olla. Pues bien, la olla que pusieron ayer en el fuego Ara Malikian, Juan Francisco Padilla y Rubén Rubio estaba exenta de prejuicios. Se trataba de pasarlo bien y vaya si les salió bueno el potaje.

Aunque, en honor a la verdad, quedó bastante claro de qué pie cojeaban los presuntos. Hubo Bach, y de qué manera, para abrir y para cerrar. También música española con La vida breve de Falla, una jota de Sarasate que habría hecho las delicias de Jimi Hendrix y, ya en los postres, una bella lectura del Zyriab de Paco de Lucía, y entonces uno sonreía de medio lado mientras recordaba a las autoridades que recientemente volvieron a denegar la nacionalidad española a Malikian, cuando con regalos así el libanés demuestra que es más que español que todas esas lumbreras juntas. Pero lo que destacó, con mucho, fue el repertorio contemporáneo, y cuando digo contemporáneo quiero decir pop. El trío demostró cómo hacer sonar registros propios del rock más respetado desde una compostura sonora barroca, y el envite funcionó a las mil maravillas. De los citados Radiohead tocaron No surprises (en el que fue el mejor momento del concierto, o al menos el que hizo más feliz al que suscribe) y Paranoid android con resultados sorprendentes: no sé si Jonny Greenwood ha escuchado esto, pero si no debería hacerlo cuanto antes. Bjork, otra imprescindible a la hora de tender puentes entre la música clásica y el pop, sonó a gloria con una depurada Hyperballad, pero también hubo hueco para un Listening wind de Talking Heads en el que Malikian decidió ponerse rabioso y hasta para el señor Tom Waits con Way down in the hole: blues alcohólico marcado con viola de gamba. ¿Se puede? Sí.

En consecuencia, este From back to Radiohead fue un concierto de rock n' roll. Pero lo fue más por la actitud de sus artífices que por el repertorio: tres diablos vinieron a enseñar lo que saben hacer y a disfrutar jugando, y el público que llenaba el Cervantes respondió puesto en pie. Que no por saber leer una partitura se es menos punk.