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Tras la senda académica de Tolkien

  • El investigador y filólogo granadino Rafael J. Pascual recogerá uno de los 'testigos' del escritor británico al formar parte de un proyecto en Oxford que recopilará toda la poesía inglesa antigua

El azar quiso que J. R. R. Tolkien se cruzara en el camino del filólogo e investigador Rafael J. Pascual (Granada, 1985) cuando apenas era un niño. Un amigo suyo le habló de un videojuego llamado El señor de los anillos. "Enseguida le pedí a mis padres que me compraran el libro. Aún recuerdo la portada. Aparecían Gandalf y Frodo Bolsón cruzando un camino hacia Rivendell; de fondo lloviznaba", rememora con una sonrisa bien ancha. Como muchos otros chavales de su edad, Pascual acabó devorando la novela firmada por el escritor británico. "Parecía estar hecha a mi medida, a mi gusto", reconoce todavía boquiabierto. Sin embargo, no todos acabaron siguiendo la senda académica de Tolkien. La obra impactó tanto a este investigador granadino que decidió, al igual que el autor, dedicarse al estudio de la literatura inglesa medieval (Tolkien era catedrático de Inglés Medieval en la Universidad de Oxford).

El filólogo granadino recogerá el testigo del literato británico al formar parte de un ambicioso proyecto -junto a otros investigadores- desarrollado en la Universidad de Oxford y que tiene como fin recopilar toda la poesía inglesa antigua. Pascual ha aceptado una posición postdoctoral en la prestigiosa universidad para trabajar en ello durante cuatro años.

Pascual trabajará codo con codo con el sucesor académico del escritor británico

La institución educativa, emplazada en la ciudad homónima del Reino Unido, cuenta con la cátedra de Inglés Antiguo más importante del mundo. De hecho, es la única dedicada a su estudio como tal. El autor de El señor de los anillos ocupó la cátedra Rawlinson y Bosworth en Oxford. Su sucesor, Andy Orchard, con el que trabajará Pascual en menos de un mes, solicitó a la Unión Europea (UE) financiación para el proyecto. La investigación, a la que la UE destinará 2,44 millones de euros, consiste, en palabras del granadino, "en realizar una nueva edición actualizada de toda la poesía en inglés antigua y toda la poesía en latín compuesta en Inglaterra durante el periodo anglosajón".

"El mismo día que hice la entrevista, me lo ofrecieron. Seré el responsable de la edición de la poesía inglesa antigua y trabajaré codo con codo con el sucesor de Tolkien. Es curioso que una persona de habla española, una lengua romance, se ocupe del inglés antiguo, mientras que un británico se encargue de la parte latina", señala con una humildad aplastante. La buena literatura inglesa medieval, explica Pascual, "apela, al igual que la buena literatura, a las cuestiones que más interesan al ser humano". La obra mas representativa en el caso de la literatura inglesa medieval es el poema heroico-elegíaco Beowulf. "Si se entiende bien es una obra muy impactante para cualquier ser humano por los temas que trata", subraya excitado. Narra la historia de la juventud del héroe gauta o godo que da nombre al poema, y cómo acude en ayuda de los daneses o jutos, quienes sufrían los ataques de un jotun gigantesco, Grendel, y tras matarlo, se enfrenta a su terrible madre. Esa sería la primera parte, mientras que en la segunda, Beowulf ya es rey de los gautas, y pelea hasta la muerte con un feroz dragón. "Para todos hay un final. Es un mensaje muy obvio, pero la originalidad con la que se relata no", reflexiona.

El filólogo contribuyó enormemente a determinar el siglo en que se escribió Beowulf cuando participaba en un proyecto coordinado por la Universidad de Harvard, en la que fue investigador postdoctoral entre 2015 y 2017. "Me concentré en el estudio semántico. Una cuestión importante de Beowulf es el doble nivel de conocimiento. El poema está narrado por un anglosajón convertido al cristianismo. Pero nos narra unos hechos que suceden unos siglos antes, cuando la gente aún era pagana. El rey de Dinamarca se refiere a estos monstruos como Scucca. Ésta es una palabra de origen germánico que significaba monstruo antes de que la palabra adquiera una significado cristiano, por lo que Beowulf debió de ser compuesto antes de que la palabra adquiera su carácter religioso", explica.

En su artículo Material Monsters and Semantic Shifts, Pascual argumenta que, por el uso que el autor hace de ciertos términos, "Beowulf tuvo que ser compuesto antes de que los mismos perdieran sus connotaciones paganas originales y se cristianizasen". En los glosarios anglosajones Épinal y Corpus, de los siglos VIII y IX respectivamente, el granadino encuentra la evidencia hasta ahora ignorada que demuestra que dichos términos cambiaron de significado antes del fin del siglo VIII.

Seguidor acérrimo de Ramón Menéndez Pidal y Frederick Klaeber, el estudioso granadino se queda con la enseñanzas de Tolkien, de quien obtuvo la herramienta que más útil le ha resultado en el ejercicio de su profesión: el paradigma filológico, que dicta que no se puede alcanzar un verdadero entendimiento de la literatura medieval sin una rigurosa formación lingüística. "Estudiar a veces hasta 12 horas diarias no me supone un sacrificio. Tan sólo me dejo llevar por mi gusto. Me dedico a esto por pasión, no por hacer carrera", reconoce. Quién le habría dicho a aquel niño de 9 años, fascinado por hobbits y enanos, que acabaría siguiendo los pasos de Tolkien...

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