raphael. cantante y actor

"Estoy con los tiempos, pero sin dejar de ser yo. Nunca he hecho concesiones"

  • El linarense visitará Málaga el 28 de noviembre dentro de su gira 'Raphael-Sinphonico' junto a la orquesta de RTVE Ofrecerá temas emblemáticos de su repertorio con nuevos arreglos

De un piano a una orquesta. Pero siempre cerca de su público. El carismático artista de Linares regresa renovado, aunque sin renunciar a su esencia. Esa que contiene la ph, grafía que le acompaña desde sus inicios y que ahora reafirma. Es Raphael, que en formato sinphónico promete "salir a matar". La gira Raphael-Sinphonico llegará a Málaga el 28 de noviembre al Palacio de Ferias, donde le acompañará la orquesta sinfónica de RTVE. Las entradas ya están a la venta.

-Con casi 55 años sobre los escenarios, ahora escoge una fórmula tan arriesgada como es la de girar por el mundo con orquestas sinfónicas, a menudo las de las ciudades donde recala. ¿Por qué un formato tan complejo?

-Poder hacer una gira entera con la orquesta sinfónica es un sueño mío de hace mucho tiempo. Es muy complicado y arriesgado porque hay que cambiar de orquesta en casi todos los lugares, pero es muy alentador y es un sueño maravilloso que he podido hacer. Ya lo hicimos en Madrid, con la Orquesta de RTVE, así como en Almería y Linares. Voy a recorrer toda España, será la culminación de un sueño. La gente me verá en estado puro y de una forma que nunca me ha visto. Y eso siempre es bueno. Cantaré mis canciones pero con mucha más altura.

-Ese concierto con la Orquesta de RTVE ha quedado inmortalizado. ¿Cuándo verá la luz?

-El disco sale este mes, el día 18, acompañado de un DVD con el concierto en el Real. Es un discazo que nadie debe perderse.

-En los conciertos que ya ha ofrecido dentro de la gira parece que todo ensambla a la perfección, que va rodado, y que lo complejo se vuelve sencillo. Pero no debe ser fácil que usted, sus músicos, la orquesta y el director encajen así sin más. ¿Cómo se consigue?

-Lo bueno que tiene la orquesta sinfónica es que todo el mundo lee y sabe música. Una formación así, a la primera o la segunda, sabe perfectamente sacar un concierto de esta envergadura.

-También debe ser una forma de renovarse, de ofrecer algo diferente.

-Eso siempre hay que hacerlo. Hay que estar continuamente haciendo cosas nuevas, uno no se puede quedar estancado y la gente no puede verte nunca igual, siempre te tienen que ver mejor.

-¿Cómo se escoge un repertorio cuando hay cinco generaciones de seguidores en el público?

-Eso es una grandísima suerte. Tener a cinco generaciones me da pie a poder elegir entre todas las épocas de mi carrera y a hacer un repertorio mucho más distraído, divertido y completo.

-¿Qué queda de aquel joven artista que en el 62 fue a Benidorm con Llevan?

-Queda todo. Soy tal cual, sólo que he aprendido. Afortunadamente, uno aprende y yo soy como una esponja que va absorbiendo. Pero queda todo y aquel chico con esa pasión tan grande está presente. Soy el mismo, pero con más ilusión si cabe. Eso es lo bueno que tengo, que salgo a matar siempre.

-Proyecta la imagen de ser un artista sin prejuicios musicales.

-Siempre estoy con los tiempos, pero con los tiempos, sin dejar de ser yo. Es decir, yo no he hecho concesiones a ningún tiempo. Sin embargo, los nuevos tiempos se adhieren a mí afortunadamente. Y eso está demostrado.

-Elogia abiertamente a artistas jóvenes como Pablo Alborán o Manuel Carrasco. ¿Cómo ve el panorama musical actual?

-El próximo disco que haga después de Raphael Sinphónico será con canciones nuevas de autores jóvenes, como Manuel Carrasco, que me ha hecho un tema impresionante. Estoy deseando ir a grabarlo para devolverle la pelota y ese favor que me está haciendo. Están todos muy ilusionados porque voy a hacer un disco de ellos y yo también lo estoy porque la gente joven está conmigo y con mi forma de hacer.

-No hace mucho, de hecho, se subió a uno de los escenarios del Sonorama.

-Porque el más indie de este país soy yo, siempre lo fui. Indie es independiente, que es lo que he sido yo toda la vida, esa es la verdad de la verdad.

-¿Qué tiene Álex de la Iglesia y el personaje de Alphonso, al que usted interpreta en la película que se estrenará en el Festival de San Sebastián, para haberle hecho volver al cine 40 años después?

-No quiero adelantar mucho sobre el papel que interpreto, pero es muy diferente al que interpretaba en las comedias románticas en las que cantaba mucho, todo era muy romántico y al final se me moría la novia casi siempre. Esta película no tiene nada que ver con eso. Estoy haciendo un papel en el que no soy yo, aunque sea un artista en la película. En la cinta soy un chico malo que defiende su terreno ante tanta mediocridad que le rodea.

-La película se centra en la grabación, en el mes de agosto, de una gala de fin de año en la que cientos de personas se encierran desesperados mientras fingen festejar estúpidamente la falsa venida del año nuevo. Un planteamiento muy Álex de la Iglesia.

-Sí, sí, es muy Álex de la Iglesia. Pero un Álex mucho mejor, muy subido arriba; quiero decir que ha dado lo mejor de él. Es una película divertidísima en la que no hay sangre. Parece que la va a haber pero no la hay. Para él es un reto la película. Es una comedia loca comparable a aquellas películas como Aterriza como puedas.

-De la Iglesia, que ya en Balada triste de trompeta incluyó una actuación suya de los 70, dice que al trabajar con usted ha cumplido un sueño. ¿Cómo fue el rodaje?

-Muy bien. Los dos estamos felices porque ha sido un encuentro fantástico y si Dios quiere se repetirá en películas muy diferentes.

-Parece que en la actualidad la política lo impregna todo. ¿Cómo vive los cambios actuales?

-Vivo estos cambios -que puede ser que se avecinen o no- con mucha expectativa. Estoy expectante ante todo esto y lo único que deseo es que todo sea para bien. Para el bien de todos, no de unos cuantos.

-Hay elecciones generales a la vuelta de la esquina.

-Vamos a ver qué pasa. Y que votemos todos a conciencia de lo que queremos que sea esta España nuestra.

-¿Hablamos del IVA cultural?

-Eso es un insulto, no voy ni a comentarlo.

-¿Qué música suele escuchar Raphael?

-En estos momentos estoy escuchando lo que tengo que hacer, no puedo distraerme en otras cosas.

-¿Cuál es su mayor cualidad y defecto?

-Soy muy buena gente y a veces eso es malo porque te toman el pelo.

-¿No es más feliz de ese modo?

-Sí, porque compensa a largo plazo. El público está conmigo desde hace siglos y eso es lo importante.

-¿Llegará un momento en el que se plantee bajarse del escenario o queda mucho para ese día?

-Queda mucho, muchísimo. Pero naturalmente ese día tiene que llegar. No lo sabrá nadie, porque eso no tiene por qué anunciarse. Un día desapareceré y ya está. Será ese día en el que tú le digas a tu compañera de trabajo: oye, ¿dónde se ha metido Raphael, está de gira o dónde está? Ese día será. Yo espero que no llegue nunca.

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