Cultura

El turno de las niñas

  • La Catedral de Málaga recibe el próximo sábado a las voces femeninas de la Escolanía de la Victoria en la ceremonia de las seises del día de la Inmaculada

La paridad se impone en el ruedo político, llega a las aulas y se asoma, por qué no, a la nueva generación de voces cantoras. La Escolanía de Santa María de la Victoria lleva cinco años celebrando el día de la Inmaculada con la participación de las niñas seises en la ceremonia que se celebra el 8 de diciembre en la Catedral de Málaga. Este año las seis voces femeninas elegidas son debutantes. Tienen entre 9 y 12 años y dan la talla. Ayer a las cinco de la tarde tenían una cita en el templo para probarse los trajes, confeccionados hace 5 años y sometidos a la tiranía del estirón preadolescente.

"Fueron los padres de la Escolanía los que vinieron a mí a decirme que no veían lógico que sus hijas no pudieran participar en la ceremonia de los seises, les parecía un poco discriminatorio", recuerda Manuel Moreno, presidente de esta agrupación lírica. Y dicho y hecho. El deán de la Catedral dio su visto bueno y, hoy por hoy, Málaga es la única ciudad que cuenta con voces femeninas para esta efemérides. Las cifras hablan por sí solas. De los 45 integrantes de la Escolanía, sólo ocho son voces masculinas y el resto femeninas.

De este modo, las bandas rojas y azules de su indumentaria se han ideado para que la puedan aprovechar tanto los varones en el Corpus como las niñas en la Inmaculada. En la tarde de ayer Ana Macero, la esposa de Manuel Moreno daba las últimas puntadas a los 540 metros de cinta que lleva cada uniforme sacral. Mientras, las madres, cámara de fotos en mano, presenciaban la puesta de largo de sus hijas. Para Lucía, la elección de su hija Isabel estaba cantada. "A ella le ha hecho mucha ilusión porque le habían dicho que siendo seises tendría privilegios para casarse en la Catedral", relataba risueña.

A Nuria le bastaba con haber podido heredar el ejemplo de su hermana Laura, una de las seises de la pasada edición. Este año no le cabe el traje y ha sido la benjamina cantarina la que ha asumido el testigo. "Lo único que me ha dicho es que tenga cuidado con el incienso" , apuntaba Nuria enfundada en un atuendo que no dudaba en calificar de "pomposo".

Una hora después, las seises se despedían de la Catedral hasta la gran cita del próximo sábado. Según relataba Manuel Moreno, el ritual comienza alrededor del mediodía cuando las niñas esperan al Obispo en la nave de la Epístola, acompañan a la comitiva hasta la sacristía y se unen al resto de voces de la Escolanía. A continuación, se colocan en el coro, para entonar junto a la orquesta instrumental de la agrupación (de cuerda y viento) la Misa de los Niños Seises, compuesta en 2003 por Narciso Pérez de Campo, director de la Escolanía .

Durante cinco meses las seis voces cantantes han estado afinando dos días a la semana en la parroquia de la Divina Pastora. En la vísperas de su debut, el sexteto ya puede presumir de respetar la cuota femenina.

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