Cultura

"Es una vergüenza que España no tenga compañía clásica de repertorio"

  • Su veteranía sobre el escenario le ha valido el Premio Nacional de Danza y tres Max · Mañana lleva al Echegaray 'La mirada'

Si la resistencia tuviera brazos y piernas podrían ser perfectamente los de Teresa Nieto (Tánger, 1953). La danza contemporánea no suele ser nunca caballo ganador en el campo de las artes escénicas pero ella ha conseguido levantar bien alto una compañía durante 20 años y llevarse a casa por su interpretación y labor coreográfica tres Premios Max y un Nacional de Danza. Mañana subirá a las tablas del Echegaray La mirada.

-¿Qué desvela en La mirada?

-Es una recreación de una obra que monté hace 15 años, inspirada en el mundo de los sentidos. Durante el proceso de montaje, por una situación personal mía se fue introduciendo el mundo de la pareja cuando está a punto de romperse. Pero siempre tuve la sensación de que aquella obra estaba inacabada. Y el año pasado decidí que había llegado el momento de revisitarla.

-Han pasado 15 años y usted sigue pisando las tablas, ¿qué ha cambiado en ese tiempo?

-Fue un trabajo complicado. Yo tengo 56 años y sigo bailando, llevo tiempo diciendo que debería colgar las zapatillas, pero no hay forma. Esta vez he conseguido estar de otra manera. No soy una bailarina más. Me he guardado para mí el personaje de la mirada, la mía interna y la del que observa y da sentido a lo que ocurre. Esta vez La mirada ya está completa.

-¿Cómo se traduce en escena?

-Somos cinco bailarines y plásticamente es muy hermosa, la escenografía es muy limpia, pero muy efectista. Con la banda sonora a mí me dan ganas de no bailar, de escucharla nada más. Hay temas del maestro Rodrigo, de Granados, varias sonatas de Turina... Es lírica, arrebatada por momentos pero, sobre todo, muy delicada.

-Se estrenó hace casi un año, ¿cómo le ha afectado la crisis a la gira?

-He hecho gira por la red de teatros de la Comunidad de Madrid pero estoy pendiente de estreno en Madrid. Es la primera vez que me pasa. Las instituciones están recortando presupuestos y donde primero lo hacen es en cultura, y dentro de cultura en la danza, y la contemporánea ni te cuento. Ahora mismo las compañías de medio formato estamos subsistiendo. Son momentos de resistir.

-¿Los premios no inspiran confianza en el programador?

-No. El montaje De cabeza lo hemos bailado mucho y hay muchos programadores que lo querían y que nos decían que no podían. Teníamos fecha para estar el próximo mayo dos días en el Teatro Cánovas, después uno, y finalmente se cae por falta de presupuesto. El caché lo puedes bajar un poco, y que no haya beneficios pero hasta cierto punto. No es un buen favor a la profesión, hay un poco también de reivindicación y de dignidad. Llevo muchos años peleándome por una calidad.

-Sigue sin haber una política cultural a favor de esta industria...

-Es que no hay industria. Por no tener no tenemos ni convenio laboral. Nos regimos por uno que hicieron los que trabajan en musicales y que no tiene nada que ver. Esto es artesanía pura y dura. Por suerte no sólo somos bailarines y coreógrafos sino gerentes también y hacemos colaboraciones. A mí me han llamado para una producción alemana, la tetralogía de Wagner .

-Para celebrar los 20 años de compañía ha creado Tacita a tacita, ¿qué propone?

-Va a ser una bomba. Se estrena este año en los Teatros del Canal. He llamado a bailarines y coreógrafos que han trabajado conmigo y somos 16 en escena. Y ahí estoy, volviéndome loca.

-Tras la salida de Duato de la CND, Cultura ha anunciado la inclusión de repertorio clásico, ¿cómo lo ve?

-Llevo años diciendo que España necesita una compañía clásica de repertorio. Es una vergüenza, cuando en Alemania hay una en cada pueblo. Lo que no se puede es rebajar el presupuesto y querer hacer clásico también. Eso no se hace de la noche a la mañana. Un Lago de los Cisnes por ejemplo necesita como mínimo un elenco de 50 y ellos son una veintena, más el coste de vestuarios, decorados. ..

-Toda una responsabilidad para el sustituto de Duato...

-A quien le toque tiene una patata caliente. En 20 años él ha hecho una compañía de prestigio internacional. También es cierto que se ha basado en su estilo personal, ha cerrado la compañía a los coreógrafos españoles y eso no es una compañía nacional. Estamos todos expectantes con lo que puede llegar.

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