Anuestra parlamentaria andaluza y filóloga árabe le vamos a cocinar un cuscús con salmón pescado en el Yemen, en su piso de 40 metros. Para ello lo que hacemos es que cortamos en daditos 1 zanahoria, 1 calabacín y 4 chalotas. Salteamos las verduras con una cucharada de AOVE; deben quedar un punto crudas, como algunos parlamentarios novatos. Después añadimos un concentrado de carne y pimienta al gusto.

Pelamos un tomate maduro al que le retiramos las semillas y cortamos en dados pequeños, que tiraremos sobre un plato hasta hacer un seis doble. Reservamos, mientras nos quitamos los complejos y negaciones a banderas, machismos y feminismos.

Hervimos 300 gramos de cuscús precocido en una olla con agua hirviendo, a la par que aprovechamos para tomar unos vapores que nos recuerden la calor yemení.

En una sartén con una cucharada de AOVE, salteamos 300 gramos de salmón cortado en dados y sin la piel. No llamaremos a los hombres de negros, por si acaso.

Mezclamos 300 gramos de salmón y las verduras cortadas, añadimos una cucharada de AOVE, una mijita de orégano, 50 gramos de pistachos y salpimentamos.

Y si le gusta, tremole las banderas, que este no es un plato patriótico-mequetrefe, de hojalata.