Después de la victoria del Málaga CF Femenino y su ascenso a Primera División es inevitable pensar en el Málaga CF y su descenso a Segunda. Durante meses hemos animado a un equipo que ha acumulado una derrota tras otra sin que la afición pueda hacer nada por evitarlo, y no será por falta de ganas.

Nuestro ánimo está siempre con el club porque es el equipo de la provincia, es nuestro equipo y lo será siempre, con sus aciertos y con sus errores. Los colores del Málaga representan el orgullo de miles de aficionados que siguen a diario el devenir de un club que a lo largo de su historia ha atravesado buenas y malas rachas, como todo en la vida.

Ahora esos aficionados se preguntan con razón qué va ocurrir, cómo se comportará el equipo la próxima temporada y, sobre todo, cuándo volveremos a jugar en Primera. Ese objetivo está en la mente de todos, abonados, simpatizantes, jugadores y equipo técnico, y debería estar también en la de la propiedad.

Desconocemos cuáles son los planes del jeque Al-Thani para el equipo y si pretende mantener la misma estrategia que ha resultado equivocada, a juzgar por los malos resultados cosechados esta temporada. Me gustaría creer que redoblará su apuesta por el club, que equivale en definitiva a hacerlo por la ciudad y por la provincia que tanto orgullo siente por la bandera blanquiazul. Confío en que los directivos del Málaga CF asuman con responsabilidad la situación del equipo y tomen las medidas necesarias para hacer frente a la profunda decepción que sienten los malagueños con su equipo.

Tras una temporada fallida, hay demasiadas incógnitas acerca del Málaga CF y pocas respuestas por parte de la propiedad. Nos asaltan muchas dudas sobre cómo afronta el club su descenso a Segunda, qué pretende hacer este año y, más importante aún, con quién lo hará. Plantilla y equipo técnico son dos piezas esenciales para enfilar el ascenso a Primera con plenas garantías, las mismas que le ofrece una afición que, pese a su lealtad incuestionable al equipo de Martiricos, cuestiona abiertamente al jeque Al-Thani al que responsabiliza del naufragio.

El fútbol es mucho más que un deporte, es una afición colectiva que despierta pasiones y sentimientos encontrados, los mismos que afloran ahora ante una deriva deportiva difícil de explicar. Málaga es una gran provincia que merece un equipo en Primera División. Cualquier otra posición no se corresponde con el esfuerzo que hacemos a diario los malagueños por mantener la marca Málaga como uno de los lugares más pujantes, dinámicos y atractivos de Europa. Ahora falta que el Málaga CF nos acompañe en esa posición con el mismo esfuerzo y compromiso que ha demostrado el equipo femenino en su fase de ascenso.