Tiempo Un frente podría traer lluvias a Málaga en los próximos días

Análisis

Gumersindo Ruiz

Despilfarro energético, el momento de la verdad

Sin haber terminado la pandemia hemos entrado en una guerra, se ha limitado el suministro de energía, productos agrícolas y fertilizantes, y un incremento en los precios es inevitable. Aumenta la producción dentro de la Unión Europea y hay una carrera para independizarse en energía, pero esto es lento, y aunque no nos caigan bombas, todavía no hemos asumido que estamos en uno de los lados y hay que pagar, por ejemplo, los 20 euro jets de combate que hemos aportado y valen 100 millones cada uno.

Individualmente algo se puede hacer; en invierno he dormido en hoteles con la ventana abierta por la calefacción, y sigo viendo el exceso de luces en comercios, en lugares públicos y privados -a veces con luz natural radiante-, que no se justifica por motivos comerciales ni de confort, cuando una iluminación y climatización inteligentes reducirían la factura propia y la de los demás. Cargos públicos y directivos de empresas darían un buen ejemplo si llevaran a las redes la temperatura y la intensidad lumínica de los espacios donde trabajan. Tampoco veo que el precio del combustible nos haga reducir la velocidad, pues el consumo baja manteniéndose entre 70 y 110, evitando frenazos y aceleraciones. "Tienes que conducir -me decía mi profesor de autoescuela- como si tuvieras un huevo entre el pie y el acelerador". Más que subvencionar y engordar los beneficios de quienes producen, refinan, suministran y especulan, hay que invertir en vehículos que gasten menos; la edad media de los coches en España es 12,7 años; 10,9 los autobuses; 13 las furgonetas; y 14,7 los camiones, la más antigua de la Unión Europea; de las comunidades autónomas sólo conozco las ayudas en el País Vasco para renovar vehículos.

En economías grandes no productoras de energía, los precios subirán un 2,2% en Japón y China, 3% en Malasia, y por debajo del 5% en Corea del Sur, Filipinas y Tailandia; tienen en común la restricción del gasto energético y consumo, apoyado por el cierre al turismo hasta hace poco, y favorecer productos locales como verduras, arroz, pollo, cerdo y pescado; pero está por ver cómo se acepta socialmente si la situación global no mejora. Visito la espectacular exposición "Gladiadores" del Museo Arqueológico de Alicante, MARQ -quizás el mejor de España en exposiciones arqueológicas-. Rossella Rea, que fue directora del Coliseo, nos trae obras de ocho museos italianos, para conocer la vida cotidiana de los hombres y mujeres gladiadoras, desde la alimentación a su posición social, siempre bajo el capricho e interés de quien mandaba, y la complacencia de un público ávido de espectáculos sangrientos y la carne de las fieras que se repartía al final. Recordamos a Fronto, tutor de Marco Aurelio, cuando dice: "El emperador sabe que la gente de Roma se gobierna por dos cosas por encima de cualquier otra: el reparto de comida, y el entretenimiento"; esto siempre se ha considerado ofensivo, sobre todo en Roma, para los valores de la democracia, pero enfrentarnos a la realidad de que somos más pobres al tener que pagar más por la energía que importamos también es duro, pues la lógica que se desprende es de restricciones y gravámenes, y a un político que mostrara esa verdad aquí no le votaría nadie.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios