Jornada de descensos en los principales índices mundiales tras el continuo aumento de casos de Covid-19 en China, que se tradujo en nuevas restricciones y confinamientos, y sin ninguna referencia macroeconómica importante en la jornada que sirviese de respaldo. En los próximos días se conocerán los datos de inflación en la Eurozona en el mes de noviembre, así como el informe del empleo de EEUU en el mismo mes.

En una coyuntura de menores perspectivas de crecimiento global, el consenso de estimaciones de BPA (beneficios por acción) para 2023 se revisó al alza en la semana 0,1 puntos básicos para el indicador europeo Stoxx 600, y se espera ahora un crecimiento de 1,9% para el año que viene. En el caso del S&P 500, el BPA estimado en 2023 retrocedió 0,2 puntos en la semana, y para 2023 se estima un crecimiento de un 6,4%. Para el Íbex 35 las estimaciones se revisaron a la baja 0,8 puntos básicos en la semana, quedando el crecimiento esperado para 2023 en -1,1%.

En Europa, el Eurostoxx 50 perdió un 0,68%, terminando con su tendencia alcista desde el 12 de octubre. Así, el FTSE MIB destacó con una caída de un 1,12%. El indicador europeo Stoxx 600 retrocedió afectado por las empresas de tecnología, inmobiliarias e industriales.

En España, el Íbex 35 cerró por debajo de 8.400 puntos tras caer un 1,11%. Entre sus componentes, las mayores revalorizaciones se situaron en PharmaMar (0,70%) y Sacyr (0,46%). En contraste, las mayores caídas se registraron en Mapfre (-5,00%), Fluidra (-3,48%) y Redeia (-2,66%).

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