Siempre se ha dicho que los barcos que están sucios son barcos que están muy trabajados. Esta curiosa afirmación que habitualmente está referida a buques mercantes, me sirve como escusa para reseñarles algunos aspectos de un portacontenedores que hace unos días pasó por aguas malacitanas. Procedente del puerto alemán de Bremerhaven y con destino al canal de Suez, la terminal malagueña de contenedores recibía al Maersk Sembawang.

Mostrando el color azul claro registrado y usado por Maersk Line para todos sus barcos, el Sembawang lucía un sinfín de churretes de óxido; un estampado vertical rojo anaranjado que decoraba sus 318 metros de casco. Con el añadido de presentar similares lamparones en su superestructura, la visión de este buque muy podría formar parte del terceto de portacontenedores más mugrientos que en los últimos años han pasado por las aguas malacitanas; un pódium al que también su subirían los buques Maersk Calabar y Maersk Utah.

Pero además de esta estética circunstancia ¿qué podría contarles más sobre este barco? Atendiendo a sus características, nuestro protagonista de hoy fue construido en los astilleros Hyundai Heavy Industries de Corea de Sur en 2007. Tras haber operado con el nombre Maersk, este buque de 79.702 toneladas de registro bruto que navega bajo bandera de Singapur, con una tripulación máxima de 25 marinos puede transportar un total de 6.478 Teus.

Mencionados sus datos principales, la biografía de este barco está marcada por dos significativos hechos; un par de incidentes que nada tienen que ver con el mugriento aspecto que lució hace unos días en el puerto malagueño. En noviembre de 2010, navegando entre Sri Lanka y Brujas, el Maersk Sembawang, afectado por un temporal en el Golfo de Vizcaya perdía 25 contenedores además de sufrir daños en otros 50 situados a popa. En julio de 2019, fondeado en la bahía algecireña, este barco fue detenido por un exceso de emisiones; un problema que subsanó atracado en menos de 24 horas.

Un portacontenedores con un exceso de suciedad que hace unos días cumplimentó su tercera escala malacitana y que con casi toda seguridad volverá por estos lares para mostrarnos si sigue o no acumulando mugre.