El Íbex 35 puso fin a su peor semana desde mayo de 2010 tras experimentar un descenso del 11,76% y situarse en los 8.723,2 enteros, por culpa del temor a que el coronavirus produzca una desaceleración económica a nivel mundial.

Ayer, sesión en la que el selectivo terminó con una caída del 2,92%, fue también el último día hábil de febrero que se saldó con un descenso del 6,88%.

Desde que comenzó el año, el principal índice español ha perdido un 8,64% de su valor.

El precio del barril de petróleo de calidad Brent retrocedió de nuevo y se situó en los 50 dólares, mientras que el Texas se colocó en los 44 dólares.

La prima de riesgo española ascendió a 91 puntos básicos, con el interés exigido al bono a diez años en el 0,275%, mientras que la cotización del euro frente al dólar se redujo a 1,1004 billetes verdes.

Las mayores caídas de la sesión las experimentaron IAG (-8,78%), Grifols (-6,69%), Telefónica (-6,03%), Merlin Properties (-5,21%) y Bankinter (-4,81%).

En el lado contrario, destacaron CIE Automotive (+5,06%), Indra (+5%), Acciona (+4,86%), Amadeus (+3,29%) y Meliá (+2,3%).

Los valores de componente cíclico, como los relacionados con el consumo y la banca se vieron gravemente afectados. El sector financiero es uno de los más vulnerables a la incertidumbre, ya que un empeoramiento de las perspectivas de crecimiento podría provocar nuevas medidas de estímulo por parte de los bancos centrales.

Todos los índices a nivel global se vieron contagiados de este pesimismo. El Ftse 100 de Londres finalizó con un descenso del 3,18%, el Dax de Fráncfort del 3,86%, el Cac 40 de París del 3,38% y el Mib de Milán del 3,58%.

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