Análisis

María Elena Martínez Rodríguez de Lema

Promoción del 71 de las Carmelitas: medio siglo después

Fueron protagonistas en primera persona de "cómo ser mujer y no morir en el intento"

Hace cincuenta años en 1971, diecisiete chavalas terminaron sus estudios en el Colegio H. H. Carmelitas. En aquel momento para enfrentarse a la nueva vida que les esperaba, llevaban la mochila cargada con la gran formación que habían recibido en este centro de la calle Colón. En ella el mayor peso era la convicción adquirida de que el progreso personal se consigue con esfuerzo y aplicación.

En sus corazones permanecían anclados los recuerdos vividos en las aulas; los cambios de clase con la música de Falla y Albéniz por megafonía; los juegos y las risas en el patio de recreo; las numerosas complicidades compartidas, y la fila en el pasillo del claustro, contiguo a la capilla, lleno de verdes helechos y frondosos filodendros, con su zócalo de azulejos de arabescos multicolores, que brillaban alrededor del brocal de mármol del viejo pozo. Recordaban también los fantásticos viajes culturales que cada fin de curso se organizaban por España y Portugal, la procesión de la Niña María, etc, etc.

Fueron sus profesores, entre otros, la hermana Concepción Rocha, tutora de Bachillerato y profesora de Matemáticas, y D. Ricardo Arroyo, de Lengua y Literatura y capellán de la isleña congregación de Vedruna, quienes además del contenido de las materias les supieron inculcar la premisa "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy", porque el tiempo es oro y un minuto que pasa no vuelve jamás. Compartir estas convicciones y las muchas horas de convivencia escolar había desarrollado entre estas alumnas de las Carmelitas una fuerte amistad más allá del ámbito escolar.

Las materias superadas en bachillerato y las dos reválidas obligatorias les permitían acceder a estudios superiores, cosa que todas se propusieron, a pesar de que entonces pocas mujeres emprendían este camino.

Aquellos años felices, sin duda, dejaron atrás el uniforme azul marino y los zapatos Gorilas, y dieron paso a la alegría y la satisfacción de haber superado una importante etapa de la vida y de que otra nueva empezaba. En Cádiz cursaron COU, el año en que este Curso de Orientación Universitaria se implantó por primera vez, sustituyendo en el sistema de enseñanza al antiguo PREU. Más tarde algunas hubieron de continuar los estudios en Sevilla, Granada o Madrid. Era el principio de la década de los setentas, cuando se acercaba el final de la época franquista y un tímido aperturismo asomaba en la España de entonces.

En los años de la liberación femenina, con la minifalda, los pantalones de campanas, y con Juan Manuel Serrat, Juan Pardo o Simon and Garfunkel de fondo, se formaron cinco maestras, cuatro médicas, dos filólogas, una física, una farmacéutica, una bióloga, una enfermera, una experta en turismo y otra en Ciencias Empresariales. Mientras se preparaban para el futuro profesional que les esperaba, el tiempo de vacaciones lo dedicaban a sus gustos y aficiones preferidas, la lectura, el cine, el arte, el deporte y el aire libre sobre todo en las playas cercanas.

Al terminar sus carreras, fueron protagonistas en primera persona de "cómo ser mujer y no morir en el intento", pues les tocó vivir los años en que estaba mal visto, -incluso entre las mismas mujeres-, "abandonar" la vida familiar para desempeñar una profesión. Por tanto decidieron desdoblarse para atender ambas facetas, pero de ningún modo estaban dispuestas a renunciar al propio desarrollo personal. Es más, al incorporarse a un mundo todavía muy masculino, para ganarse el respeto de todos, debían destacar y sobresalir. No fue fácil, pero lo consiguieron.

Hoy cincuenta años después, la mayoría se encuentra jubilada tras una larga trayectoria profesional. Han educado a sus hijos en un mundo muy diferente al que ellas vivieron y están viendo crecer a sus nietos. Pero además, y a pesar de que algunas se encuentran muy lejos de San Fernando, esa amistad ininterrumpida y cultivada durante más de cinco décadas sigue más fuerte que nunca, en esta larga lista que lleva nombre de diecisiete mujeres tal como se llaman entre ellas: Ana García, Charo Aranda, Charo Ortus, Elena Martínez, Esperanza Luque, Jacinta Sánchez, Leandra Reyes, Lola Mesa, Lole Palacio, Mamen Barrera, Mamen Borrell, Mª Luisa Delgado, Mariloli Espinosa, Pili Blanco, Sole Sollero, Tere Sorribas y Tote Pérez. Mantienen vivo aquel ansía de seguir aprendiendo y desarrollarse. Por ello conservan el espíritu joven que les impulsa con fuerza hacia delante en el mundo de hoy de manera comprometida en diferentes actividades sociales y culturales, y se disponen a celebrar, medio siglo después, esa gran amistad que nació en el Colegio de las H.H. Carmelitas.

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