Tiempo Un frente podría traer lluvias a Málaga en los próximos días

Hoy les narraré algo curioso; una situación casi humorística de la que fui testigo hace tan solo unos días en el puerto malacitano. Y aunque a posteriori haga alguna consideración, primero les reseñaré qué es lo que ocurrió; un hecho muy habitual de ver en los muelles y que en esta ocasión me llamó poderosamente la atención. El domingo 1 de noviembre llegó a Málaga el megayate Ulysses. Cumplimentando su primera visita, este barco de 116 metros de eslora propiedad de un magnate de los negocios neozelandés, quedaba atracado en la esquina oeste del muelle número dos, la zona que no está concesionada por la empresa que en un futuro gestionará los amarres de este tipo de barcos de recreo privado.

Ya atracado frente al Palmeral de la Sorpresas, una serie de tripulantes del superyate y les recuerdo que este barco lleva 48, comenzaron a instalar la escala real. Liberado un portalón situado en la borda, lo primero que apareció fue una plataforma circular que, sobre la cubierta principal, debía constituir la base de esta escala. Ocupados en la labor siete marineros y ya con la plataforma fijada, justo al lado de ella comenzaron a montar un pequeño brazo de grúa. Añadidos a la tarea dos marineros más y ya sumaban nueve, la grúa quedó instalada lista para mover la escala. Transcurridos algo más de veinte minutos desde que se inició toda la maniobra, finalmente la escala del megayate Ulysses quedaba posicionada en tierra. Mientras parte de la cuadrilla de marineros que había trabajado en lo que les he contado miraba, dos de ellos desembarcaban para colocar los candeleros, los postes que unidos por medio de sendos cabos constituyen el pasamanos de la escala. Tras comenzar a fijarlos y darse cuenta que lo estaban poniendo a revés, una vez subsanado el error, la escala real de este barco quedaba montada tras casi cincuenta minutos de trabajo.

Narrado este hecho y con la pregunta de si hacen falta nueve marineros y cincuenta minutos para poner una escala en un yate de 235 millones de euros, les diré que el Ulysses tan sólo pasó un día en Málaga; muy pocas horas en la que por supuesto están incluidos los muchos minutos que se emplearon para poner y quitar su escala real.

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