Hace unos días, encontré un curioso documento que tenía olvidado en mi archivo. En esta reseña portuaria, se mencionaba con nombre apellidos a un estibador malagueño que desempeñaba una curiosa labor a pie de muelle.

Pero antes de hablarles de este señor, les contaré, aunque de esto ya he escrito en algunas otras ocasiones, cómo y cuándo apareció el término estibador en los puertos españoles. Mucho tiempo atrás, y podríamos remontarnos varios siglos, a pie de muelle existían múltiples personas encargadas de cargar y descargar barcos. En una reseña malagueña del siglo XVII, en los muelles malacitanos trabajaban en estas labores los palanquines, los cargadores y descargadores y los barqueros; unos oficios regulados que, con licencias especiales, sólo permitían a sus beneficiarios los trabajos que sus papeles les autorizaban.

Relajada aquella estricta jerarquía laboral, a finales del siglo XIX, los cargadores, denominados así sin especificar nada más, comenzaron a prescindir de aquellas licencias; un hecho que permitió que muchas más personas pudieran trabajar en los muelles. Manteniéndose las collas, los tradicionales grupos de trabajo al mando de un capataz, el intrusismo, ya entrado en siglo XX, propició en 1929 la creación de la Federación Nacional de Entidades Obreras de los Puertos de España; una agrupación que comenzó a funcionar en los muelles malagueños en 1931.

Organizado el trabajo, los cargadores (a partir de esa fecha ya se podría hablar de estibadores), unificaron sus cometidos para que cualquier miembro de una colla pudiera hacer lo que hiciera falta en las labores de la carga y descarga de barcos.

En esta coyuntura, volveré a nuestro protagonista de hoy, un malagueño de 32 años llamado Miguel López; un trabajador que en 1934 cargaba y descargaba barcos en los muelles malacitanos. Integrado en la colla de el peinao, este era el nombre su capataz, Miguel, además de otras muchas labores era lonero, un término inexistente en la lengua española que, en el coloquial portuario de Málaga, designaba al encargado de cubrir y descubrir con lonas las mercancías que, depositadas en los muelles habían sido descargadas o estaban listas para cargarse.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios