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A mediados de julio del año pasado, el buque de carga rodada Fredrich Russ que por entonces cubría la línea regular entre Málaga y Tánger sufrió un leve incidente en el muelle número cuatro. Mientras realizaba la maniobra de atraque, la zona de popa situada justo por debajo a su rampa golpeó a dos norayes; un suceso que terminó con uno de ellos arrancado de su base y otro dañado en su fijación. Y si bien aquel contratiempo no supuso ningún tipo de daño para el barco, los noráis, ambos firmados por la Ferrería de Heredia y datados en 1892, sí que se vieron afectados. Tumbado uno de ellos, en concreto el número tres sobre el adoquinado del muelle y desgajado el otro, el cuatro, a muy pocos metros, estas dos piezas destinadas al amarre de los barcos comenzaban una aventura que aún no ha terminado.
Finalizado el 5 de octubre el flete del Friedrich Russ, el protagonista de este incidente se despedía del puerto de Málaga diciendo adiós a los norayes 3 y 4 que aún permanecían en la misma posición del día que ocurrió el suceso mencionado. Llegado en sustitución de este barco otro llamado Tom Sawyer, en su primer atraque en el muelle número cuatro este buque conoció a los dos noráis heridos; dos pesadas piezas de hierro que inmóviles vieron pasar los 72 días que duró el alquiler de este barco destinado a la exitosa línea de Tánger. Con la marcha del Tom Sawyer el 15 de diciembre del pasado año, llegó para sustituirle el Wasa Express y los dos hermanos de la casa Heredia aún permanecían ahí.
Y si bien estos elementos no impiden las operativas de carga y descarga en el muelle de Heredia, aunque sí estén anuladas las posibilidades para ser usados, la pregunta pertinente a principios de enero de 2024 sería: ¿cómo es posible que estos noráis seis meses después de haber sido dañados aún no hayan sido retirados o recolocados por el Puerto? Y aunque las respuestas podrían pasar por el hecho de que el lugar donde están situados es una zona de tránsito diaria o que los trámites de los seguros pertinentes van muy lentos, lo que sí está claro es que los dos norayes afectados en julio de 2023, en enero de 2024 aún siguen como el día en que un barco los golpeó e inutilizó.
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