Análisis

helena arriaza

Si es por regalos, el regalo de vivir sola

Vivir sola no es tarea fácil. Cuando o bien porque das el paso por ti misma, o bien porque la vida te obliga y terminas en una casa solo para ti, te enfrentas a una de las situaciones que van a marcar tu vida para siempre.

No es fácil acostumbrarse al silencio constante que solo la música o la televisión son capaces de llenar. No es fácil terminar una jornada ajetreada en la que lo que te apetece es compartir con alguien una conversación en el sofá con la que desconectar. No es fácil tener que ocuparte de todas las labores del hogar. No es fácil si además tienes que teletrabajar en soledad desde el mismo sitio en el que convives con ella. No es fácil, en medio de la precariedad, hacer frente a todos los gastos que conlleva la independencia-dependencia inmobiliaria. Vivir sola no es tarea fácil.

Pero al mismo tiempo, es el mejor autorregalo que te puedes hacer. Porque las grandes oportunidades, las situaciones en las que aprendes a quererte y a valorar tu mundo exterior e interior, no siempre son fáciles. Pero pueden convertirse en las más bonitas y satisfactorias, que te marcarán para siempre y que, cuando terminan, tendrán ese halo de nostalgia por todo lo que has conseguido, por cómo te has conocido a ti misma, por cómo has aprendido a valorar esa soledad que una vez que no la tienes, seguro que terminas buscando de vez en cuando para reencontrarte con una época inolvidable.

Porque aunque no es tarea fácil, vivir sola es tener muy presente que tú y solo tú es quien te va a acompañar el resto de tu vida. Vivir sola es sinónimo de libertad, aunque sea por hechos tan simples como encender una luz a cualquier hora. Vivir sola es no tener que dar explicaciones porque solo tú tienes que estar de acuerdo con lo que haces. Es enfrentarte a situaciones inesperadas que posiblemente hubieras encomendado a otro si hubieras estado en compañía. Es tener la posibilidad de tomar decisiones sin tener que consensuar. Es darte cuenta de que eres capaz de todo y de que si con algo no llegas a tiempo, no pasa absolutamente nada.

Por todo esto, vivir sola es uno de los mayores regalos que te puede hacer la vida y que tú te puedes autorregalar. Todo esto sin olvidar que, cuando llega la compañía perfecta, dejar de vivir sola también es buena opción. Porque vivir sola también es la mejor situación para saber a qué persona abrirle la puerta en el momento indicado.

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