La tribuna

emmanuel Mielvaque

La Agencia Estatal para la Investigación

EL ministro de Economía y Competitividad, Luis De Guindos, anunció en la comisión de Economía del Congreso, que el Consejo de Ministros aprobará el real decreto que hará realidad la Agencia Estatal para la Investigación (AEI). Este organismo, cuya creación recogía ya la Ley de Ciencia, la Tecnología y la Innovación aprobada en 2011, no ha llegado a hacerse aún realidad durante todos estos años.

A mediados de septiembre de 2011, la entonces ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y el presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cocsce), Carlos Andradas, mantuvieron un encuentro en la sede del Ministerio, iniciando así los primeros contactos para la configuración de la futura Agencia Estatal de Investigación. Ambos coincidieron en dotar a la AEI de la máxima flexibilidad e independencia en cuanto a la distribución de los fondos y comenzaron a estudiar las propuestas sobre su diseño.

Tres años después de este anuncio, la actual secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, declaraba en enero de 2015 que se mostraba confiada en que la Agencia Estatal para la Investigación estuviera lista este año. Confirmaba entonces que el proceso estaba en marcha y que su creación sería beneficiosa "porque permite un modelo de gestión más eficiente y flexible".

Cada vez está más cerca, pues, el momento de la creación de la Agencia Estatal para la Investigación. El ministro ha explicado que supondrá "un cambio importante en la gestión de las ayudas a la investigación científica y técnica, con importantes beneficios en términos de eficiencia, control y transparencia". El objetivo del Gobierno es alcanzar "un modelo de ciencia más eficiente y sostenible", para lo que se está ultimando el contrato de gestión del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que otorgará a este organismo el carácter de Agencia del que fue dotado en 2007.

Este contrato de gestión, reivindicado por el CSIC en numerosas ocasiones, permitiría mayor flexibilidad y la contratación directa de investigadores, vinculada en la actualidad a la oferta pública de empleo. El CSIC contará así con un marco de gestión que combinará flexibilidad y eficiencia con el control de sus cuentas. De Guindos ha concretado que "las ayudas se concentrarán bajo un mismo paraguas, se someterán a una planificación plurianual y se optimizarán aún más los recursos gracias a las mejoras en la evaluación y control". Para ello, se incluirán más de 50 compromisos de gestión sobre los que los órganos directivos tendrán que responder periódicamente. Se aprobará también un Plan de negocio que garantizará la generación de ingresos adicionales, que deben alcanzar al menos el 30% de su presupuesto.

España es uno de los pocos países de la Unión Europea que carece de Agencia Estatal de Investigación (AEI). Se trata de un organismo autónomo reclamado desde hace tiempo por los investigadores para gestionar la inversión en ciencia. Con el mismo, se lograría desligar la ciencia de los vaivenes políticos, una mayor eficacia en la asignación de los recursos, así como agilizar y mejorar la gestión de la misma. Servirá para garantizar el progreso de la ciencia en España, de manera transparente y políticamente independiente. Este nuevo enfoque de financiación de la investigación apoyará los mejores centros de investigación con una financiación de largo plazo, otorgada a partir de un proceso de acreditación, incorporando criterios de evaluación que reflejen la fortaleza de las instituciones y su capacidad de atraer talento. Se trata de que el fomento de la investigación genere al mismo tiempo riqueza económica y empleo.

El modelo a seguir es el Consejo Europeo de Investigación. Según se estipuló en la Ley de 2011, la AEI estará vinculada a la Secretaría de Estado de Investigación, pero dispondrá de autonomía para la financiación, evaluación y verificación de la actividad de investigación científica y técnica destinada a la transferencia, generación y explotación del conocimiento.

El objetivo de la Agencia Estatal de Investigación es ser el principal instrumento dinamizador de la I+D+i en España, la herramienta clave para gestionar la inversión del Estado en investigación. Fomentará la generación del conocimiento en todos los ámbitos, impulsando la investigación científica y técnica. Deberá ser capaz de gestionar de forma ágil, flexible y transparente, los fondos del gobierno destinados a financiar proyectos de investigación. Permitirá también que el dinero privado entre por primera vez en el sistema público de investigación, lo que arreglará los problemas de muchos científicos españoles que dependen de la financiación privada para realizar su trabajo.

En el momento que efectivamente la AEI sea una realidad, podrá financiar a través de convocatorias competitivas, actividades de investigación y formación, diseñar actuaciones de apoyo o asesorar a asociaciones, tal como lo hace la entidad homóloga a nivel europeo, el European Research Council.

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