"Alimentar el miedo"

La provincia de Málaga encabeza las peores ratios de España en Bachillerato, Secundaria y Primaria

El primer reencuentro con las aulas nos ha dejado esta semana más de 6.000 plazas de guardería sin ocupar en la provincia de Málaga. Junto al continuo descenso de natalidad, que ya se ha convertido en un problema crónico en España, el temor de los padres ha provocado esos huecos en esos centros infantiles. La próxima semana regresa la enseñanza Primaria, el primer examen serio educativo. Un escenario demasiado apetecible para que los actores políticos renuncien a jugar sus bazas y canalizar el descontento y la incertidumbre de los afectados.

El presidente andaluz tacha de irresponsable a la oposición por "alimentar el miedo" e insiste en esa supuesta inversión de 600 millones en el sector para afrontar el regreso a clase. Sabe que los recursos que ha dedicado son del todo insuficientes. Un dirigente político no puede excusarse con un "hasta donde podamos llegar". El curso comienza y Educación no ha completado sus deberes. Juanma Moreno recibe el jarabe de su propia medicina. Si gobierna Andalucía, entre otras razones, se debe al malestar que se generó contra la Junta por los recortes en educación y sanidad. El PSOE, con sus soberbia de casi cuarenta años en el poder, despreció las consecuencias de las protestas. Y el PP se subió a la ola y las rentabilizó. Ahora reprocha a los contrarios que actúen "pensando en su beneficio político".

La socialista Susana Díaz utiliza cartas marcadas para recuperar un liderazgo que se ha visto muy cuestionado el último año. Exige al Gobierno andaluz que baje la ratio del número de alumnos por clase y se ajuste a las 20 deseables. Como si pudieran desdoblarse en semanas para alumbrar miles de nuevos espacios, equipados como clases y reducir los grupos de estudiantes con el objetivo de minimizar las repercusiones cuando se produzcan los contagios. Y los alcaldes socialistas se prestan al enjuague, posando en una foto, por orden del partido, para que el electorado sepa que ellos han ofrecido edificios municipales alternativos para convertirlos en aulas. Si no se usan, ya saben a quién pedir responsabilidades.

El Mundo publicaba esta semana los datos oficiales de las ratios en Málaga en las distintas enseñanzas no universitarias. Más de 30 alumnos por clase de media en Bachillerato, más de 28 en la ESO, más de 27 en Primaria. La provincia claramente a la cabeza de España en estos rankings negativos. Los de ahora y más los de antes deberían guardar un respetuoso silencio.

No me extraña la confusión de los padres que oyeron en marzo que cerrar las escuelas cortó la hemorragia de las infecciones y ahora escuchan a otros que la "rutina" de la vuelta a las aulas favorecerá la lucha contra virus, al "limitar" los desplazamientos de la población. El único miedo justificado es a determinadas actitudes de la política.

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