En apenas seis meses, el PP y Ciudadanos han formado un Gobierno de coalición estable para la Junta de Andalucía, y han conseguido que les aprueben un presupuesto para 2019. ¡Qué envidia para Pedro Sánchez! También han conseguido desbloquear los nombramientos de la RTVA, paralizados durante el mandato de Susana Díaz. Algunos dirán: "Sí, pero gobiernan con apoyo de Vox, esos ultras". Pues sí, con apoyo de Vox, pero no se ha notado en sus exigencias más extremas. Y, además, Vox, también está representado en la nueva jerarquía de la RTVA, a la que querían suprimir en la campaña. Ese es el arte de pactar, que la derecha no sabe hacer, según dijo Pedro Sánchez cuando montó su pacto Frankenstein con los podemitas y los independentistas para echar a Mariano Rajoy.Un año después, ya ven.

El modelo andaluz se pone de ejemplo para la política española. Pero el modelo funciona porque el PP tiene en Andalucía una de sus versiones más centristas, con el presidente, Juanma Moreno, y el consejero de Presidencia, Elías Bendodo. No les ha costado trabajo entenderse con Ciudadanos. También gracias a que Juan Marín es hombre de posiciones transigentes. Así se ha dado el caso de que PP y Ciudadanos, desde Andalucía, iluminan el camino al centroderecha en el resto de España. En la Junta hay un gobierno de coalición, con consejeros de PP y Ciudadanos. Pero no hay diferencias sensibles, ni están jugando al corto plazode sus partidos.

Se debe añadir que Vox no está siendo tan fiero como lo pintaban. Entre otras cuestiones porque taparon al candidato, y pusieron de portavoz a Alejandro Hernández. Las personas fiables importan en la política. No influye sólo la ideología. En Andalucía se ha aprobado un presupuesto que incluye más de 50 enmiendas parciales de la oposición, por valor de 12 millones. Es un gesto pinturero, menos del 1% del total. Pero resulta simbólico que hayan admitido algunas enmiendas de Adelante Andalucía (versión autóctona de Unidas Podemos) y del PSOE de Susana Díaz.

Andalucía debe aprovechar que tiene un Gobierno (ya no digo bueno ni malo, sino un Gobierno) para atraer inversiones y cambiar la imagen tópica de región subsidiada. La coalición PP-Ciudadanos busca la moderación, la racionalidad y la estabilidad. Valores en los que coinciden las mayorías. Todos los políticos no son iguales, ni todos los vicepresidentes coaligados presumen de coleta para ofrecerla como trofeo.