Apearse del tiempo

Hoy lo fugaz parece más fugaz que ayer, lo mismo que con la incertidumbre

Hace bastante tiempo hubo quien hizo una pintada en una pared con un mensaje que decía algo así como que se pare el mundo que me apeo. Quien más y quien menos habrá tenido ese deseo alguna vez y, quizás, también lo haya experimentado con respecto a su propia vida, al menos, puntualmente. Eso no puede ser pero, a veces, entran ganas de que ojalá fuera posible. La idea de que vivimos en un mundo líquido -en expresión del pensador polaco Zygmunt Bauman- es cada vez más patente, de tal manera que la creencia de que habitamos en un mundo seguro se va desvaneciendo sistemáticamente, tanto en lo más próximo como en lo más global. Es toda una incertidumbre, por ejemplo, el futuro de lo laboral, de las pensiones o del medio ambiente. Además, no hay institución que no haya sido tocada o cuestionada, lo que favorece a grupos radicales o a populistas, que logran colocarse en posiciones desde las que manejar los hilos cómodamente. Piénsese en Cataluña con la CUP y ya veremos qué pasa en Madrid si no resuelven adecuadamente la crisis abierta con el caso Cifuentes, bien por la vía de su sustitución o por la de la moción de censura del PSOE, si bien esto último daría alas a los podemitas. Y si nos elevamos de contextos, vamos a ver qué nos deparan las chulerías de Trump, el de los misiles bonitos, nuevos e inteligentes, con un Putin enfrente, quien no parece desprenderse en sus modus operandi de su antiguo cargo de director del organismo que sustituyó a la KGB de la antigua URSS. ¿Seremos testigos de una III Guerra Mundial o nos iremos todos al garete? A lo mejor no nos quedará más remedio que acostumbrarnos y vivir el momento, a no olvidar el carpe diem que nos señaló el poeta romano Horacio. Hoy lo fugaz parece aún más fugaz que ayer. Lo penoso de todo esto son sus consecuencias. Lo de los catalanes nos ha tocado a todos el bolsillo y ha colocado al Estado en situación de vulnerabilidad frente a otros países; lo de Cifuentes ha dañado la imagen de las universidades públicas; lo de Trump, frivolizando con su respuesta militar en Siria, nos puede salpicar a todos y empeorar el gran drama existente allí; y, lo de Putin, negando lo que la OMS ha constatado sobre las armas químicas, es un salvoconducto para que sigan utilizándolas. Menudo panorama el expuesto. Tal vez lo descrito tenga un matiz sombrío pero puede venir bien para que se tome conciencia de la situación y que cada cual procure poner su granito de arena para reconducir la trayectoria del mundo y de la vida.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios