josé ramón del río

Arenas por Almería

EL adelanto electoral decidido por la presidenta, que acorta la legislatura en más de un año, aparentemente sólo le beneficia a ella y a su partido; luego, los resultados dirán. De lo que no cabe duda es que a quien no beneficia el adelanto es al PP, que había ganado, sin el provecho de gobernar, las últimas elecciones celebradas. Y esto porque Rajoy se ha tomado su tiempo para designar al nuevo presidente regional y, consecuentemente, candidato a la Presidencia de la Junta por su partido: Juan Manuel Moreno, prácticamente desconocido en la política andaluza, pese a su origen malagueño y sin el altavoz que implica ser parlamentario y poder debatir con las presidenta.

Pero el 22 de marzo está ahí, a menos de sesenta días y no cabe lamentarse, sólo trabajar más y mejor, si es que el PP andaluz quiere obtener unos resultados que le propicien unas elecciones municipales lucidas y, sobre todo unas buenas expectativas para las generales. Pese a que las encuestas le ofrecen una ligera mejoría, se encuentra, a mi parecer, en una situación de alto riesgo y para conjurarla, además de trabajar, deben ser imaginativos. Los cargos de alcalde y de parlamentario andaluz son ahora incompatibles, por lo que el PP se verá privado de llevar en sus listas a alcaldes de las capitales de provincia andaluzas, cuyo tirón electoral ya está demostrado.

En este estado de cosas y por si vale mi opinión, creo que debe rescatarse a Javier Arenas, no, por supuesto, para proponerlo como candidato a la Presidencia, sino en un papel más modesto, encabezando la lista de Almería. Por el PDP, en las municipales de Sevilla no conseguiría una de las 31 concejalías, pero luego fue parlamentario por el PDP en coalición con AP y tras la refundación de 1999 de AP se incorporaría al PP. En este partido ha sido secretario general, catorce años presidente del partido en Andalucía, tres veces ministro y hasta vicepresidente del Gobierno. Tiene que estar agradecido. Ahora declara que no encabezará la lista del PP en Almería y se reserva para las generales por Sevilla. Esta actitud pasiva no es suficiente pago al partido que le ha dado todo, aunque se comprende que para él es más cómodo aparecer sentado en todos los actos junto al presidente Rajoy, pero ahora le toca recorrer de nuevo la provincia para conseguir, al menos, los votos que obtuvo en 2012.

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