- Y a usted, ¿le atienden? -

Pedro Caballero / Infante / Caballeroinf@hotmail.com

¿Arriba o abajo?

VE tú niña como no?. ¡Es que ere bruta! El boticario, después de enjugarse las lágrimas tras el ataque de risa, se siente culpable de no haber explicado bien en su momento la diferencia entre un producto prebiótico y un probiótico.

Teresa es nueva en la plaza y viene acompañada de su hermana, la inefable Carmela, con la que lleva viviendo desde hace más de un mes tras la muerte de su marido, manijero de un cortijo.

Carmela, que la crió de pequeña, le tiene pasión de madre y desde que vive con ella en la capital su empeño es llevarla al médico y como dice la propia Teresa:

-Buscarme lo que no tengo.

La última jangá que se ha cargado Carmela con su hermana fue llevarla hace unos días, a una reunión en la sede de la Asociación de Vecinos patrocinada por una afamada marca de productos lácteos. En esta cita les hablaron de productos prebióticos y probióticos y les regalaron un lote con ambas labores.

Don José les tuvo que clarificar los conceptos:

-Los prebióticos son ingredientes alimenticios no digeribles pero que estimulan el crecimiento de una bacteria que habita en el colon y es necesaria. Los probióticos, sin embargo, son organismos vivos que otorgan estabilidad a los ecosistemas del organismo.

El boticario, cogido en mal momento, era consciente que esta faena de aliño explicativa no daría por satisfecha la duda.

Tras haber estado por la mañana en el médico porque Teresa, que tiene osteoporosis, viene denotando frecuentes infecciones de orina, han vuelto a la Farmacia para reconducir sus dudas.

-Vamo vé si nos aclaramo

Carmela saca de una bolsa un manojo de papeles y un sinfín de productos.

-Este paquete de fibra que os ha puesto aquí el médico incrementa la absorción del calcio y es para la osteoporosis de Teresa. Y estos yogures especiales con flora bacteriana para la diarrea de Carmela.

-Entonse, esto era mí, …¿tú, niña?

Don José ve también en la bolsa un medicamento nuevo. Se trata de unos óvulos vaginales con bacilos de Döderlein que, como muestra gratuita, el médico ha puesto; les explica que la mucosa vaginal está colonizada por innumerable especies de bacterias distintas entre las que destaca por cantidad los lactobacilos que regulan el pH tanto de la mucosa vaginal como la intestinal.

-¿Pá la infesión del orín?

-En cierto modo sí.

Y les aclara que cuando las infecciones de orina se encronizan pueden estar relacionadas con la mucosa vaginal que hay que normalizar con el aporte de estos lactobacilos prescritos también, en otros casos, para la infección gastrointestinal.

El follón desencadenante del hilarante malentendido ha estado producido porque Carmela como siempre y aprovechando la consulta de su hermana le dijo al médico que tenía:

-Una diarrea que me iba de vareta y como nos vió con los produsto nos fue disiendo los que teníamo que tomá pa la barriga, pa los güeso, pal orín y…¡ojú que lío!

-Bueno y ¿qué?

-Pó que yo má tomao los óvulo eso y aquí la mosa sa dao con er yogú en sus parte…¡qué bruta ere niña!

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