Crónica Personal

Bipartidismo

El foco de atención se ha puesto en los dos partidos que han protagonizado la vida española de los últimos 40 años

Así, de primeras, si llega un foráneo a España en estos días, creerá resucitado el bipartidismo. Sólo se habla del nuevo Gobierno, de los nombres de los ministros, de qué harán y cómo se enfrentarán a los retos. Con las siglas PSOE en todos los medios y, lo más significativo, en todas las conversaciones. Por otra parte, los nombres de Rajoy, Feijóo, Cospedal, Soraya y PP encabezan junto al nuevo socialismo todas las noticias políticas y sociales.

Si dijeran hace diez días que a Rajoy le quedaban horas como presidente del Gobierno y el nuevo sería Pedro Sánchez, nadie lo creería; pero si dijeran que Rivera no sería el protagonista de todo lo bueno que ocurría en el país y se situaría en un segundo plano, tampoco lo creería nadie. Se encuentra en Turin en una reunión del grupo Bielderberg, pero no es esa la razón del aparente descenso mediático del líder de Ciudadanos, sino que la sensación que se vive en este momento es que ha vuelto el bipartidismo. Y hay que insistir en lo de este momento, porque en política, como se ha repetido hasta la saciedad, diez días son un mundo.

Sánchez se elevó a las alturas con una jugada arriesgadísima que le ha salido bien, aunque su éxito depende de la actitud de aquellos que le auparon. Si las exigencias de sus acompañantes de moción de censura son inasumibles y no cejan en su empeño, el gobierno socialista habrá durado poco. Pero el PSOE gobierna de nuevo. Por otra parte, la reacción de Rajoy de dimitir como presidente de su partido para que el PP pueda proceder a su relanzamiento con una renovación profunda de sus estructuras y de sus dirigentes, ha sido una jugada inteligente: en nada, el PP se ha convertido en un partido vivo cuando estaba moribundo, por no decir muerto. El foco de atención se ha puesto en los dos partidos que han protagonizado la vida española de los últimos 40 años mientras que los llamados emergentes, Podemos y C's, han quedado aparentemente paralizados, hieráticos, sin capacidad de reacción.

Es pronto para hacer pronósticos, pero lo ya constatable es que los dos partidos con historia detrás y experiencia de gestión, que parecían noqueados ante la aparición de caras nuevas que provocaban entusiasmo pescando en sus aguas logrando un buen número de votantes, a la hora de afrontar una profunda y seria crisis política quedaron como paralizados, fuera de juego. Fueron PSOE y PP los que demostraron que sabían hacer política aunque se encontraban bajo mínimos y sin aparente banquillo. Resulta que tenían banquillo y que sabían qué resortes tocar para recomponerse. O al menos para intentar recomponerse. No se cruzaron de brazos a verlas venir.

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