Se puede ser ex de cualquier actividad, relación o condena que se haya extinguido. Pero no ex asesino. Un asesino lo es para siempre. Otra cosa es que cumpla su condena y se reinserte. Entonces será un ex recluso, pero no un ex asesino. Cuestiones distintas son la legalidad y la ética. Que un ex terrorista que haya cumplido su pena pero no haya perdido perdón dé una charla en una universidad vasca el día de los Derechos Humanos es legalmente inobjetable, pero éticamente repugnante. La participación de este asesino de dos personas en un coloquio convocado con motivo del Día de los Derechos no es una cuestión que afecte a las leyes, sino a la ética. Porque es algo indecente y vergonzoso para todo aquel que tenga algo, siquiera algo, de conciencia, de decencia y de vergüenza.

Sare -colectivo a favor de los derechos de los presos de ETA que habla de "víctimas de diferentes violencias" para igualar a las víctimas y a sus verdugos etarras- ha defendido así la convocatoria del acto: "Hoy, Día Internacional de los Derechos Humanos, estamos aquí para hablar sobre la vulneración del derecho a la salud y a la vida que sufren los presos vascos". ¡Qué pena! ¡Qué desdicha ser encarcelado en las mazmorras de este país bananero y neofranquista que no garantiza los derechos humanos! Los asesinados por los etarras, en cambio, han sido vacunados con bombas o tiros en la nuca y tienen una salud de hierro: no hay enfermedad que les afecte.

Además, Sare ha cargado contra quienes protestaron por la participación del asesino en el coloquio acusándoles de ignorar "este nuevo tiempo" que supone "una oportunidad única para avanzar en pro de la paz y la convivencia"; calificando la protesta de "una forma grave de impedir el derecho a la libertad de expresión" que "puede dar lugar a confrontaciones y enfrentamientos que siempre tratamos de evitar". ¡Y esto no es revisionismo! Debería llamar la atención que los defensores de la memoria histórica para los crímenes del franquismo sean tan acérrimos partidarios de la amnesia histórica en el caso de los crímenes etarras.

Es importante destacar que la protesta solo logró congregar a un centenar de personas. ETA tuvo un fuerte apoyo social mientras existió y los posetarras lo siguen teniendo. Conviene resaltarlo porque llevamos demasiados años mintiendo para desculpabilizar a una parte considerable de la sociedad y la clase política vasca.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios