Conflictos recurrentes

El Guadalmedina, como el Guadiana, aparece y desaparece según se convoquen elecciones

El Guadalmedina es como el Guadiana, aparece y desaparece según se convocan elecciones. Es lo que tienen algunos ríos, que lleven agua según llueve. Maximum Shameless podía haberlo puesto como ejemplo al explicar la recurrencia a puntos de conflicto irresolubles en el debate preelectoral. Pero se cuenta que allá, en el norte de Europa, los ríos son accidentes geográficos disciplinados que nacen para acabar en el mar sin mayores complicaciones. Por el contrario, el nuestro lleva empantanado desde tiempo inmemorial. Se trata de un problema de dinero. De 200 ó 600 millones de euros, dependiendo de si se desvía o se deja donde está. Dinero que no suele llevar suelto ninguna administración, hipoteca otras actuaciones municipales y demanda una aguda visión a largo plazo. Otra cosa es que cada cuatro años llueve.

Las municipales de 2011 trajeron el concurso del año siguiente, cuya propuesta de no embovedarlo fue cuestionada días después por el propio ayuntamiento. El olvido en el que quedaron las otras ideas (el hotel en la desembocadura, los parques de energías renovables y las ciencias, el centro deportivo o el metro subiendo por su margen derecho) no merecieron ni la desautorización. Pero hace un año, la Gerencia Municipal de Urbanismo encargó el futuro Plan Especial que debía ordenar toda la zona y, paralelamente, el grupo de trabajo "Integración urbana del río Guadalmedina" del Plan Estratégico de la ciudad trabajó en el conocimiento de los problemas de la propuesta, para lograr el necesario consenso previo sobre el proyecto que terminará aprobando la Gerencia.

Pero como explica el profesor en su nunca bien ponderado tratado, la existencia de puntos de conflicto irresolubles parece ser una herramienta esencial en el debate electoral. Algo así como los estados tapones sobre los que dos potencias en conflicto resuelven sus diferencias a tiros. Y sus 7 km de cauce urbano son un escenario inmejorable. Ciudadanos achaca al secular enfrentamiento bipartidista que el proyecto aun no esté en marcha, el PP planta la estaca indicadora del primer incumplimiento de la Junta con la ciudad, la Junta (PSOE) debe pensar que estas no son maneras de pedir decenas de millones de euros y los voluntarios que integran este grupo de trabajo del Plan Estratégico, que el espíritu de colaboración entre administraciones se lo ha llevado la riada. Y con él, otra posibilidad de que alguna vez se actúe.

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