Ya que este año los Reyes Magos de Carmena no han dado mucho que hablar por su vuelta al estilo tradicional tras abandonar el étnico-podemita del pasado año, quizás debamos poner nuestra atención en la cabalgata de sorpresas que nuestros políticos nos preparan.

Aparte de los próximos congresos nacionales y federales que sin duda nos darán titulares, algunos tienen prisa por comenzar a darnos sorpresas y no han podido ni tan siquiera esperar a que acaben las fiestas navideñas. Es el caso de "recupera PSOE", y es que, por si no tuvieran ya suficiente en Ferraz con el lío del reparto del Gordo de la Lotería de Navidad, ahora les sale una sede alternativa que los sanchistas se han atrevido a abrir en el número 10 de la mismísima calle Ferraz, a escasos 600 metros de la sede oficial de los socialistas en Ferraz 70. La crisis interna está servida, ya que a pocas horas de colocar en el local la palabra PSOE han tenido que retirarla tras la decisión del PSOE oficial de emprender acciones administrativas y judiciales contra esta plataforma por usurpación de la imagen del partido, de sus siglas y sus símbolos. A lo que estos alternativos, tras tener su cuenta de Twitter cerrada varias horas, aclaran que se han constituido en el registro de asociaciones con el nombre de "Asociación de Amigos del Socialismo", y que trabajan para "favorecer" al PSOE, "sin ninguna mala intención"… que sólo quieren asesorar a los nuevos afiliados, porque están teniendo dificultades para poder afiliarse al no funcionar la página web del partido, y que temen que el censo pueda verse manipulado de cara al próximo Congreso Federal. La otra gran sorpresa de 2017 ha sido el lío del dictamen del Consejo de Estado sobre el Yak-42, en el que se reconoce la responsabilidad patrimonial del Estado en esta catástrofe aérea, responsabilizando al Ministerio de Defensa del accidente, ya que tuvo indicios del riesgo que suponían estos vuelos y no actuó en consecuencia, aunque rechaza indemnizar a los familiares de las víctimas por considerar que las sumas satisfechas en los últimos 13 años han supuesto una reparación adecuada. Hasta aquí todo correcto jurídicamente, pero la sorpresa viene porque el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, premiado después con su nombramiento a dedo como embajador en Londres, ha respondido con enorme y prepotente chulería a las víctimas al decirles "aquiétense criaturas, Dios mediante voy al Consejo de Estado". Sea como fuere, lo cierto es que, dadas sus circunstancias personales, calladito estaría mejor, y en vez de "dejar" la embajada, debería de haber sido cesado fulminantemente por lenguaraz.

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