Tiempo Un frente podría traer lluvias a Málaga en los próximos días

La esquina

Camps, 'for Citizenship'

EL sueño de la razón produce monstruos -vale, Goya- y el sueño de la razón descentralizadora y aproximadora del poder al pueblo está produciendo en España unos cuantos monstruos: clientelismo, nacimiento de nuevas clases reinantes enquistadas en sus territorios, delirios soberanistas y fracturación de los partidos políticos nacionales.

Una de las monstruosidades más constantes y graves es la degradación de las instituciones y de la relación entre ellas por motivos partidistas. Basta con que un gobierno nacional o el Congreso aprueben una norma en una materia de responsabilidad compartida con las comunidades autónomas para que salga algún gobierno regional de signo opuesto al primero a sabotearla. Como si su territorio estuviera exento de cumplir la ley o, en otras palabras, como si el Estado de las Autonomías fuera el reino de las taifas.

En este desafío pocos han llegado tan lejos como el Gobierno de la Generalitat valenciana que preside -con acierto en otras cuestiones- el popular Francisco Camps. Decidido a boicotear por todos los medios la asignatura de Educación para la Ciudadanía, no se contenta con fomentar la objeción como su colega Aguirre en Madrid ni con esperar a que el Tribunal Supremo dicte finalmente jurisprudencia al respecto (a la vista de las diferencias entre los tribunales autonómicos que se han ido pronunciando), sino que ha replicado al Ministerio de Educación ordenando que se imparta en la enseñanza pública de la Comunidad Valenciana una asignatura peregrina: Education for Citizenship.

-¿Mande?

-Como lo oyes: Educación para la Ciudadanía, pero en inglés.

De modo que en cada aula tendría que haber un profesor de Educación para la Ciudadanía y un profesor de inglés que vaya traduciendo a los alumnos estupefactos las nociones que desarrolle el primero. Digo que tendría porque la rebelión del profesorado ante este disparate ha sido muy generalizada, a lo que Camps ha respondido, a su vez, mandando a todo el cuerpo de inspectores de la región a personarse en los centros, pero no a alertar sobre sus carencias, vigilar el cumplimiento de los programas o excitar la diligencia de los profesores, qué va. Ha mandado a los inspectores a abrir un expediente disciplinario a cualquier enseñante que dé Ciudadanía en castellano o en valenciano. Si no hay Education for Citizenship, hay represión.

Si Camps quiere potenciar el conocimiento del inglés, tan necesario, lo debería extender a toda la enseñanza. Que lo reduzca a la asignatura de marras, y además con obligatoriedad, revela el fondo de su cacicada. ¿Se puede jugar así con la educación? Se puede.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios