Un debate recurrente en algunos partidos políticos es la limitación de mandatos, en general un máximo de ocho años para que un mismo cargo público se mantenga en el poder. Un debate muy antiguo. Por ejemplo, Izquierda Unida lo defendía a ultranza y sus cargos lo cumplían pero a su estilo. Tras ocho años de concejal, podía pasarse a diputado andaluz y luego nacional y la noria daba vueltas pero siempre con los mismos. En el PP, José María Aznar lo anunció y lo cumplió. El hasta hace unos días presidente provincial del PP Elías Bendodo también se mostró a favor de limitar a dos los mandatos. Y el actual presidente andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla también defiende esa tesis aunque ya ha dejado entrever que seguramente no lo cumplirá. En una entrevista en la Ser, el presidente de Diputación, Francisco Salado, se ha mostrado rotundamente en contra de la limitación de mandatos. Para ejemplo el del alcalde de Málaga que cumplirá 22 años al frente de la Alcaldía de Málaga. Tampoco Salado quiere oír hablar de incompatibilidad entre ser alcalde de Rincón y presidente del organismo provincial. Alega que a algunos políticos un sólo cargo le puede venir grande y otros pueden con dos a la vez.

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