la esquina

José Aguilar

Chacón, líder nacional

SON los mismos que hace ocho meses, pero más derrotados, y por partida doble. Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón competirán por la secretaría general del PSOE después de que, en mayo, el primero abortase las primarias para la candidatura electoral que también quería disputarle la ex ministra de Defensa.

Será la segunda vuelta -después de esa primera que no pudo ser- de la lucha por el liderazgo socialista devastado por el zapaterismo y la doble debacle electoral en las municipales-autonómicas y en las generales. Mañana Chacón formalizará su condición de candidata que Rubalcaba ya había materializado días atrás. Lo hará en Olula del Río, el pueblo almeriense en el que ahora todo el mundo sabe que nació su padre charnego.

La elección del lugar contiene un doble mensaje, cuidadosamente seleccionado por sus asesores más próximos. La agrupación socialista de Olula forma parte de la delegación andaluza del PSOE en el congreso de febrero, que reúne la cuarta parte de los delegados de toda España que habrán de votar al nuevo secretario general y que será protagonista mayor del intento de conservar el reducto del sur frente a los embates de Rajoy-Arenas. Eso, por un lado. Por otro, Olula es el ámbito adecuado para proclamarse candidata de un partido que cierra sus siglas identitarias con la E de Español.

No es un asunto baladí. Puesto que ninguno de los dos contendientes puede presumir de ser ajeno a Zapatero -aunque Rubalcaba viene de mucho antes-, el ex vicepresidente-ministro del Interior-portavoz se apresuró, al ofrecerse, a construir un Partido Socialista que defienda lo mismo en todas partes. Un PSOE nacional. Precisamente lo que se le achaca a Carme Chacón es lo contrario, que sea dirigente de un partido -el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC)- que no es exactamente el PSOE, sino una organización hermana con la que a veces ha habido desencuentros.

Ha habido y hay. En el reciente congreso del PSC se decidió que sus diputados en el Congreso pudieran mantener posturas propias, diferenciadas de las del PSOE, en los asuntos que afectan a Cataluña. Hipótesis: ¿qué haría una hipotética secretaria general del PSOE llamada Carme Chacón si se presenta en el Congreso de los Diputados una iniciativa para sacar adelante el pacto fiscal que los nacionalistas catalanes propugnan? ¿Votaría en contra como máxima dirigente de un partido con un discurso único que abomina de los privilegios territoriales y sociales o votaría a favor en cuanto líder de un partido catalán que trata de compatibilizar socialismo y nacionalismo?

Es el talón de Aquiles de Chacón: que siempre, hasta ahora, ha estado cómoda en un partido nacional... Nacional de Cataluña.

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