LA visita oficial a España del viceprimer ministro de China, Li Keqiang, va a suponer el relanzamiento de la alianza estratégica que ambos gobiernos suscribieron en el pasado año 2005. Será muy fructífera para las dos partes, aunque en las actuales circunstancias de la economía mundial los acuerdos beneficiarán especialmente a España, cuya crisis será aliviada sobremanera a la sombra de la gran potencia asiática. China es ya la segunda economía del mundo, dispone de un mercado de mil trescientos millones de personas, un crecimiento continuado próximo al diez por ciento anual y una liquidez impresionante, derivado en buena parte de la acumulación generada por un sistema de relaciones laborales que ningún sindicato occidental aceptaría y un régimen político centralizado por un partido único que asfixia cualquier disidencia o tentación pluralista. Li Keqiang ha firmado contratos comerciales en sectores estratégicos por un importe global de 5.650 millones de euros y ha abierto la puerta a futuras importaciones masivas de productos españoles que atraviesan serias dificultades (jamón, aceite y vino). No solamente eso. Al afirmar que China estará junto a España "en las penas y en las alegrías", el viceprimer ministro -llamado a hacerse con el poder absoluto en un par de años-, Li Keqiang parece asegurar la prioridad absoluta del Gobierno español en materia de relaciones económicas internacionales: la deuda externa. La República Popular ya se ha hecho cargo de emisiones de deuda española por valor considerable, y manifiesta su compromiso de continuar con esta política en el futuro inmediato (España ha de colocar durante este año 156.000 millones), precisamente cuando los mercados financieros internacionales desconfían de la capacidad española de hacer frente a la ya contraída en los años de la burbuja. Esta muestra de confianza, que se extiende a las reformas emprendidas, según ha confesado el viceprimer ministro en su viaje oficial, dará sosiego al Gobierno español y ayudará a que la crisis pueda afrontarse sin convulsiones.

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