Puedes atravesar Cenacheriland de punta en punto en diez minutos. A pesar del carril patinete de 30 Km/h. Las pintadas aparecieron de golpe con estragos para los nervios automovilistas. Habrá que ver por donde va la movilidad asistida con la hiperactividad de furgonetas y repartidores. La ausencia de trancones con claxon, conductores exasperados es una de las consecuencias benévolas de este extraño presente aturístico.

Los habitantes de la covidchuela durante los happy christmas evitamos los mogollones lucerios-larios, los cánticos de lotería que casi toca. Las fiestas saturnales se inician aquí con la tarjeta de felicitación del maestro diseñador Antonio Herráiz. Desde hace décadas llega puntual al buzón un detalle de artes gráficas para enmarcar o coleccionar. Este año la carta traía una delicadeza impresa en exquisito papel y fuentes tipográficas. Una ilustración de Natalia Resnik para el libro Sueño Ligero, del número 4 de Frato Editorial con unos cálidos saludos. Representa a una mujer con pies de enredadera intentando alcanzar unas palomas. La paz. El sentido de la navidad: alegría y paz interior en medio de todo este terremoto sentimental. Es tiempo de contagiarse de la inocencia de los críos, de esas fantasías dulces, discursos y regalos de la monarquía mágica. A lo mejor con tanta limitación de individuos por mesa para el atracón de nochebuena tenemos tregua. Con las burbujillas espumosas todos los veinticuatro de diciembre está permitido empacharse de moñas. Más en este raro veinte veinte. Se cierra el balance emocional de un año con demasiadas ausencias, duelos y fe en la santísima trinidad de la prevención sanitaria: hidrogel, mascarilla y distancia social. De dinero y amor apáñese como pueda. Esta nochebuena será y punto. Afortunados de estar vivos para contarlo. Los muertos por coronavirus meten más miedo que las cuentas de las asustaviejas que desgobiernan la incertidumbre. Más cuentos de cerilleras. Una velada para contar hasta diez comensales. Paciencia. Respirar hondo.

Vaya panorama de familias numerosas. Peor que el Gran Hermano ¿A quien se nominará hoy? Selección de ninguneos o saltarse la norma por anarquía congénita. Pero nos queda la videollamada. El 24 de diciembre del zoom, zoom, zoom. Vamos a convertir los salones en platós de televisión. Estaremos atentos al cuñadismo y sálvame familiar multipantalla. Mucho tráfico en internet. A ver si resiste el Wifi. Tener algo que contar para las próximas navidades y llegar como una pandereta. Feliz nochebuena.

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