D EL mismo modo que las inauguraciones de museos están prohibidas en periodo electoral, hay quien pide que las instrucciones judiciales que acosan a los partidos no den titulares letales antes de los comicios andaluces. De lo primero no se puede presumir y de lo segundo no consiguen defenderse. Mejor quedan en tablas si no pueden capitalizar la corrupción del rival ni los pompidous como arenga en sus mítines. Claro que, en este año con tres citas con las urnas y tantas causas acosando a socialistas y populares, este alto al fuego se antoja inalcanzable ¡Con las ganas que tenían de centrarse en sus promesas, van a tener que remangarse para tirarse fango!

Susana Díaz pidió, valentona, que crujieran a todos los que hubieran defraudado. Y, de repente, las tablas del Parlamento andaluz empezaron a chasquear al paso de los tres miembros de la Diputación Permanente -Martínez Aguayo, Ávila y Vallejo- señalados por la jueza Alaya. Llegaron los crujidos al Congreso y al Senado, donde los escucharon Griñán, Chaves y, con más cercanía, María del Mar Moreno y Gaspar Zarrías, cuya implicación en el caso de los EREs el Tribunal Supremo acaba de ordenar investigar. Demasiados chasquidos en sus oídos para mostrarse como el ariete contra la corrupción sin complejos.

Moreno Bonilla, por su parte, aprovechó el capote judicial para lanzarse al ruedo y tomar la alternativa como líder andaluz contra la corrupción. El edil del Rincón de la Victoria imputado en la última fase de la instrucción del caso de los cursos de formación ha presentado su dimisión y abandonado las filas del PP. El candidato a la Junta saca pecho. Se afana en mostrar que será implacable con este tipo de casos en adelante; que no le temblará el pulso como acostumbraba en el PP con los corruptos de la provincia a los que remover del cargo suponía perder muchos votos para la Diputación, como pasó con el condenado alcalde Serón.

Díaz y Moreno Bonilla han dado tímidos pasos para sacudirse la casta de los hombros. Así, la presidenta decidió colgar las actas de los "consejillos" -reuniones de viceconsejeros- desde 2001 en el portal de internet de la Junta. Pero las siglas de sus partidos y los tomos de instrucción judicial que las mencionan pesan mucho para que, ni una ni otro, puedan presentarse ahora como paladines contra los crujidos de la corrupción.

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