C's en el desguace

En estos tiempos de radicalización hubiera sido conveniente la presencia de un partido de centro liberal

A veces en política, como en las infidelidades sentimentales, el más afectado es el último que se entera. Esa es la impresión que da la actual situación del grupo político Ciudadanos. Mientras que la opinión pública en general da por amortizado y finiquitado ese experimento y cualquier analista tiene descontada su desaparición, todavía existe un grupo de militantes, cada vez más reducido, ciertamente, empeñado en la vana tarea de intentar mantenerlo a flote. Ese ingenuo esfuerzo podría gozar de la simpatía y solidaridad de algún sector de la opinión pública si no fuera porque su actual situación es el justo resultado de su desacertada acción política.

Esta corta existencia del partido liderado hoy por Inés Arrimada viene a demostrarnos que es más fácil conseguir de forma rápida un buen resultado electoral que construir un partido político estable y duradero, aunque su rédito en las urnas no sea tan fulgurante. Ideología, estrategia y organización son elementos imprescindibles para que cualquier formación política alcance el mínimo de estabilidad. Exactamente, los tres elementos de los que desde su fundación careció la llamada formación naranja. Un partido que desde el principio pretendió definirse a la vez como socialdemócrata y liberal, según los días, que en su autoproclamada estrategia de centro no hizo otra cosa que un vergonzoso seguidismo del PP y que en su precipitada labor de captación de militantes reunió al mayor número de tránsfugas por metro cuadrado que se conoce, por más éxito electoral que tuviera en un principio, tenía en su seno todos los elementos para ser un fracaso de libro.

Lo malo de este fallido intento es que el centro político y liberal de este país, que existir existe, padece otra vez una frustrante experiencia, que se suma a los ya vividos con la UCD, CDS y UPyD. En estos tiempos de radicalización excesiva hubiera sido conveniente la presencia de un verdadero partido de centro liberal que hubiera roto la tracción a los extremos que se está produciendo actualmente y que viniera a amortiguar muchas de las actuales tensiones. Pero lo cierto es que mientras que esto se producía, el partido C's, sin una posición firme ni clara, estaba usurpando ese espacio político y así imposibilitaba que otro grupo con mayor consistencia surgiera y ocupara ese espacio. Esta es la peor consecuencia de esta desafortunada aventura.

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