La tribuna

Santiago Herrero

Cuevas: un gran referente empresarial

NO resulta nada fácil encerrar en unas pocas líneas la trayectoria de José María Cuevas como representante empresarial, desde la presidencia de la Comisión de Relaciones Laborales de CEOE, primero; la secretaría general, después, y como presidente, durante veintitrés años. Toda una vida dedicada por entero a los empresarios españoles, a recuperar su prestigio, a devolverles su protagonismo, y con el objetivo último de que la sociedad entera reconociera al colectivo como uno de los elementos fundamentales del progreso de nuestro país en los últimos treinta años.

Nos duele la desaparición de José María Cuevas, pero queda su obra; una obra extraordinaria por sus resultados, y no exenta de dificultades. No fueron fáciles los primeros años de aquella CEOE nacida en 1977, en el contexto de una España que pretendía nacer a borbotones a la democracia, con unas inexistentes relaciones laborales, un tejido empresarial sin autoestima, y una grave crisis económica que oscurecía cualquier atisbo de desarrollo.

Ahí comenzó el trabajo de José María, tendente, en primer lugar, a trasladar a los empresarios la importancia de la unión para la defensa de los intereses del colectivo. Y así fueron naciendo las organizaciones empresariales y, con ellas, el empresario fue tomando conciencia de su labor, de su importante papel económico y social, y comenzó una nueva y feliz etapa para nuestro país.

Una etapa en la que el presidente de CEOE ha tenido un protagonismo de primer orden. Él ha sido uno de los artífices de la Transición española, pues no en vano fue uno de los impulsores del diálogo social, que se ha revelado como uno de los puntales básicos de nuestra convivencia democrática. Los afectuosos recuerdos que le dedican en estas horas representantes del Gobierno y de las centrales sindicales son una buena muestra de la huella profunda que ha dejado este hombre entre todos nosotros.

El presidente de CEOE fue siempre un convencido de la importancia del diálogo como único método para alcanzar los necesarios acuerdos que beneficiaran a los empresarios y a España en su conjunto. Y así, entre todos, conseguimos que la Confederación Española de Organizaciones Empresariales alcanzara un merecido prestigio en la Unión Europea y el reconocimiento de la sociedad española.

José María Cuevas ha sido un hombre volcado en cuerpo y alma en la defensa de los intereses empresariales desde el convencimiento de que, de ese modo, se establecían los mejores cimientos para una España próspera y en paz. De ese modo, el presidente de CEOE ha sido, también, un defensor de los intereses generales de los españoles.

José María fue siempre, además, un encendido defensor de la apertura de nuestra economía, de la imperiosa necesidad de la internacionalización de nuestras empresas como condición indispensable para el crecimiento económico.

No ha podido disfrutar mucho José María del descanso después de tantos años al frente de la organización empresarial, sin soslayar ni uno solo de los problemas económicos, políticos, laborales, fiscales o de cualquier otra índole que afectaban al colectivo empresarial español.

Un colectivo que hoy está de luto porque ha muerto el gran referente empresarial de la Transición española; el hombre que dedicó su vida a devolver la estima a los empresarios, y a decir en voz alta que la actividad empresarial es una de las más nobles del ser humano, pues la creación de empleo es una condición primordial para la integración social de las personas.

Su muerte nos emplaza, a pesar de las dificultades, para continuar su obra; con los cambios necesarios que requieren los tiempos modernos, pero su obra, al fin y a la postre. Desde el pesar, pero también con el orgullo de trabajar por un colectivo que ha sabido superar dificultades y que así seguirá haciéndolo para bien de todos.

Estas líneas quieren ser el testimonio del dolor que embarga a la Confederación de Empresarios de Andalucía, a todos los empresarios, pues todos reconocemos la extraordinaria labor de José María Cuevas. Permanecerá para siempre en nuestro recuerdo, desde el convencimiento de que el prestigio alcanzado por nuestras organizaciones empresariales y el alto papel que juega el empresario en nuestra sociedad es el mejor legado de su mandato.

Ayer, alguien recordaba unas palabras suyas en su último discurso ante la asamblea de CEOE: "Negociar siempre, y cuando la negociación se vuelva imposible, seguir negociando".

Así era José María Cuevas.

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