EN uno de sus primeros actos públicos como nueva delegada del Gobierno andaluz tras sustituir a Remedios Martel, la socialista Susana Radío dejó pasar una buena ocasión para comportarse de forma escrupulosamente institucional. Ayer presidió un acto de reconocimiento al personal de la administración general de la Junta que se ha jubilado en el último año, y no pudo evitar cierto tufillo electoral en sus palabras. Así, defendió la "trascendencia de los servicios públicos como un bien imprescindible para el buen funcionamiento de la sociedad", aunque luego le sobró la apostilla en referencia al PP: "unos servicios que, en nombre de la crisis económica, algunos quieren recortar, pero a los que os aseguro que no vamos ni debemos renunciar". No era ni el auditorio ni el puesto adecuado para hacer campaña.

TAMPOCO parece muy razonable ni responsable que la primera visita del ministro de Turismo a la Costa del Sol sea para participar en un acto electoral al servicio de Javier Arenas.