Desacreditados

Un profesor debe combinar su capacidad para generar conocimientos con la de trasmitirlos de forma clara

últitamente están apareciendo opiniones de investigadores que tratan de infundir la idea de que las universidades españolas no quieren en plantilla a los mejores científicos. Probablemente todo parte de un principio erróneo, y es el de considerar a estas instituciones como un lugar creado únicamente para la investigación, y donde éste ha de ser el único mérito a considerar. Pero la experiencia nos ha demostrado que un buen profesor debe combinar sabiamente su capacidad para generar nuevos conocimientos con la de poder trasmitirlos de una forma clara y sencilla. Y esto último no nace de forma espontánea.

Entre los diversos valores que una Universidad debe transmitir a sus alumnos, el respeto a los demás y la capacidad de sorpresa ante lo que otros pueden enseñarte, deben ser cruciales. Por ello cuesta entender la soberbia con la que estos "opinadores" se refieren a sus compañeros de Academia, incluso tachando de arbitrarias o discrecionales las decisiones de los tribunales evaluadores. Basta recordar que el 55% de la puntuación para ser catedrático proviene de la esa experiencia investigadora, pero también se necesita demostrar, con un 35%, que se es un docente con experiencia en diversas asignaturas de distintos niveles (grado, máster y doctorado), que se han impulsado nuevas titulaciones y que se ha publicado material docente adecuado. Por tanto esas referencias a que bastan 100 horas de docencia para demostrar las 400 necesarias, ya que no son más que una repetición, es como decir que basta con publicar un artículo científico para después ir retocándolo poco a poco y decir que se ha investigado mucho. Si esto último es una barbaridad ¿porqué algunos se permiten esas afirmaciones sobre las horas de docencia?

Por otra parte, resulta curioso que el hecho de lograr importantes fondos europeos e internacionales en investigación, que para muchos de nosotros es un orgullo, para otros sea un arma arrojadiza utilizada como demostración de su superioridad. Si ésta es la actitud, ¿para que quieren ser catedráticos y dirigir equipos docentes en las diversas disciplinas universitarias? ¿No es mejor que dirijan grupos de investigadores en centros de desarrollo? Porque, si se quiere ser profesor de universidad, para asegurarse una plaza pública ante la incertidumbre de los fondos de investigación, ¿no será que dicha investigación no es de tanto nivel como se asegura?

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